Decenas de vecinos reciben a través del mail y el WhatsApp intentos de engaños. Estar alertas es fundamental para no caer en el engaño.
Los intentos de estafas virtuales continúan golpeando en la ciudad. Se sabe que muchos de los casos no llegan a efectuarse debido a que quienes pretenden ser engañados perciben dicho intento y por lo tanto logran sortear la situación.
TambiĂ©n existen casos que se concretan y donde las vĂctimas deciden no realizar la denuncia, y por el contrario, otros sĂ optan por acercarse a una dependencia policial o judicial y dar testimonio de lo ocurrido.
Lo cierto es que los vecinos deben estar alertas a los intentos de estafas virtuales, que pueden darse a travĂ©s del telĂ©fono o de la computadora. El mail y el mensaje o llamado de WhatsApp son las vĂas por las que se mueven los delincuentes.
DĂas atrás, un vecino de nuestra ciudad, sobre quien se prefiere mantener en reserva los datos filiatorios, terminĂł sufriendo un duro engaño para el bolsillo.
De acuerdo a los datos recogidos por este semanario, el vecino fue incitado mediante llamados telefĂłnicos a realizar transferencias vĂa Cuenta DNI por un monto de alrededor de un millĂłn doscientos mil pesos.
Percatado en que se trataba de una maniobra de fraude, realizĂł la correspondiente denuncia y ahora se tramita una investigaciĂłn ante la Unidad Fiscal de InstrucciĂłn 6, del Departamento Judicial Mercedes, a cargo del Dr. Luis Carcagno.
Cuento del tĂo
Otra modalidad delictiva sobre la cual se debe estar alerta es la denominada “cuento del tĂo”, que no solo se da en Mercedes, sino en distintos puntos de la regiĂłn.
Pocos dĂas atrás, un matrimonio de la localidad de Chivilcoy estuvo a punto de ser vĂctima de un evento de estas caracterĂsticas cuando autores ignorados que se hicieron pasar por su hijo, le indicaron que cambie los ahorros en dĂłlares que poseĂan, en una sucursal del Banco NaciĂłn de la localidad de Mercedes.
En momentos en que el hombre viajaba hacia nuestra ciudad, con una suma de 70 mil dĂłlares, su esposa pudo comunicarse con su hijo quien negĂł haber realizado el llamado, por lo que pudo abortarse el ilĂcito.