Una pizarra de precios de una carnicerĂa de Mercedes fue noticia durante los Ăşltimos dĂas. Los ocurrentes carteles que puso en la puerta su propietario despertaron todo tipo de comentarios. Obviamente no solo en Mercedes, sino a lo largo del paĂs. En esta redacciĂłn pusimos en el buscador Google “carnicerĂa el chumbo mercedes”. En menos de 40 segundos arrojĂł 55 mil resultados, en su mayorĂa relacionados al hecho que le dio largas horas de popularidad al comercio cuyo propietario es Fernando “Chumbo” Blanco. Conocido en la comunidad local como comerciante, pero tambiĂ©n están aquellos que le recuerdan como futbolista, siendo parte de planteles campeones de la Liga como Ateneo de la Juventud a mediados de la dĂ©cada del 90. En esos tiempos, el aguerrido mediocampista trataba de imponer condiciones en el juego. Con el paso del tiempo parece no haber perdido esas aptitudes. La ochava de 12 y 41, donde funciona su carnicerĂa, que atiende de manera conjunta con su esposa que se encarga de la verdulerĂa, colocĂł dos carteles. En uno de ellos los cortes más baratos que eran asado, vacĂo y chorizos y en otro algunos más caros como el peceto, matambre y asado premium. A unos los llamĂł Precios Peronistas a otros Libertarios. “ArrancĂł como una broma… era una idea y no me quedĂ© con las ganas. Los clientes entendieron esa broma que en definitiva no era tan broma, sĂ© que en redes me dieron con todo, pero yo no tengo, asĂ que vivo feliz”, nos decĂa en una charla informal el propio “Chumbo” cuando ya se habĂa desatado un “debate nacional”. “Yo respeto a todo el mundo, muchos lo entendieron bien, la mayorĂa por suerte. Con esos clientes nos reĂmos y divertimos… no está mal sacarle una sonrisa a la gente que bastante problemas tiene”, agregaba.
Debate Nacional
Los medios más importantes del paĂs se ocuparon de la noticia y le dieron desarrollo. No solo las redes, tambiĂ©n la prensa. Lo denominaron como un hecho “insĂłlito”, “la otra grieta”, “el carnicero que le vende más barato a los peronistas” y hasta se animaron a poner la palabra “discriminaciĂłn”. Al parecer o no leyeron o no entendieron. Porque los precios eran esos, sin distinciĂłn polĂtica, solo los diferenciaba su ocurrencia. No faltaron aquellos que bromearon con el nombre del comercio: “lo dice todo”, se pudo leer en algunos posteos. Lo cierto es que la idea que se le ocurriĂł a “Chumbo” Blanco, y que la llevĂł adelante, abriĂł un debate que recorriĂł carriles polĂticos y hasta de marketing o mercado. Claro que el propietario de la carnicerĂa no esperaba semejante “remolino”, como el mismo lo definiĂł. Mucho menos pensĂł en vender un kilo más o un kilo menos de carne por esas pizarras. Sin dudas que son dĂas de mucha sensibilidad y no todos encontraron en esta “travesura polĂtica” el mismo sentido. Horas despuĂ©s de lo sucedido abriĂł su negocio como cada dĂa en los Ăşltimos doce años, y los clientes siguieron entrando a hacer sus compras como siempre. Los carteles quedan en una anĂ©cdota. No habrá faltado aquel que le pidiĂł un kilo de asado peronista, como para seguir la chanza que hizo sonreĂr a muchos, pero que irritĂł a otros tantos. TĂpico de los tiempos que se viven.