Las expresiones del actual Director Asociado del hospital marcan preocupaciĂłn. Pero no es un tema nuevo sino de larga data. Los siniestros han tenido una constante a lo largo del tiempo. Exdirectores del hospital lo confirman.
La problemática de los accidentes de tránsito parece una constante a lo largo del tiempo. Las estadĂsticas no son ni más ni menos que las herramientas necesarias e indispensables para el diseño de polĂticas pĂşblicas que busquen la soluciĂłn de ese problema. Pero en un prolongado lapso vemos que todo ha sido lineal desde hace casi dos dĂ©cadas. Sin entrar en un análisis particular de las medidas o campañas de prevenciĂłn, preferimos que estas averiguaciones se conviertan en un disparador para empezar a pensar en esas soluciones, que, a luces vista, no han aparecido en nuestra ciudad. De allĂ que, al tratarse el hospital de la fuente más confiable para este tipo de datos, es que requerimos algunas precisiones de los Ăşltimos directores: Rodolfo PrĂncipi, Daniel Bandoni y Pablo Casiani. El centro de salud recibe a los accidentados, no es el ámbito donde se diseñan esas polĂticas o se adoptan las medidas para mitigar las consecuencias de los siniestros. Más bien el hospital es la consecuencia, aunque un actor necesario en caso de plantearse un trabajo multidisciplinario. Si queremos hacer una lĂnea de tiempo entonces, debemos remontarnos al año 2004, fecha en que asumiĂł la direcciĂłn PrĂncipi, pasando por Bandoni desde 2015 y llegando hasta casi nuestros dĂas con el Dr. Casiani. La realidad no ha cambiado demasiado, más bien mantiene niveles que deberĂan convertirse en una luz de alarma para quienes tienen responsabilidades en la materia. Los directores consultados coinciden en lo que marca la estadĂstica provincial: la mayorĂa de los accidentes tienen motovehĂculos como protagonistas y muchos de esos accidentes acontecen en el casco urbano, más allá que hay variaciones estacionales como puede ser la temporada de verano cuando el tránsito en rutas se incrementa.
Detalles
Casiani comentaba que la cantidad de accidentes aumentaba los fines de semana, y que tambiĂ©n existĂan franjas horarias destacadas. A la vez revela que el nĂşmero era alarmante en tiempos que conducĂa el nosocomio que hoy tiene a Walter Crema en la DirecciĂłn. En su paso por este cargo, el promedio de ingreso oscilaba entre nueve a diez pacientes diarios, “a veces leves y otras tantas graves”. La actividad del SAME era de unas 20 salidas por dĂa incluyendo algunas atenciones domiciliarias, pero casi la mitad de las demandas estaban vinculadas a los incidentes viales. Respecto de los costos o el gasto pĂşblico que eso conlleva, varĂa de acuerdo a la gravedad de los accidentes. “La atenciĂłn de un paciente traumatizado lleva un gran operativo”, sostiene Casiani. Por su parte el Dr. PrĂncipi asegura que durante su gestiĂłn el nĂşmero se mantuvo constante, y que el 90 por ciento de ingresos estaba relacionado con accidentes de motos en casco cĂ©ntrico. “El 60 por ciento de ellos tenĂa lesiones en miembros inferiores”, recuerda. El promedio mensual estaba en el orden de los 200 a 250 ingresos. Con relaciĂłn a la disposiciĂłn de los recursos, detalla un proceso que comienza con la salida de la ambulancia, que incluye la Guardia, las placas de rigor, tomografĂa en casi todos los casos por ausencia del uso del casco, y luego se deriva de acuerdo a la complejidad de los accidentados. Incluye además el proceso posterior de rehabilitaciĂłn que tambiĂ©n debe contemplarse. Por su parte Daniel Bandoni, quien ocupĂł la DirecciĂłn en tiempos que gobernaba la provincia MarĂa Eugenia Vidal, recordĂł que, por entonces, el Dr. Javier Curci, quien se desempeñaba como jefe de la Guardia, habĂa hecho un borrador donde se cotejaban entre 8 y 12 salidas por dĂa por accidentes, nĂşmero que se incrementĂł con la llegada del SAME para pasar a un promedio de 15. En aquella ocasiĂłn habĂa hecho tambiĂ©n una evaluaciĂłn de costos que por razones obvias se desactualizaron, pero nuevas averiguaciones que realizĂł con el área de FacturaciĂłn, le permiten inferir que un accidente con lesiones leves, sin terapia intensiva ni intervenciones quirĂşrgicas, oscila un gasto que puede superar los 20 mil pesos. Si eso se proyecta mensual o se lo pone en tĂ©rminos anuales, las cifras son tan alarmantes como la cantidad de accidentes. Es natural pensar que en algĂşn momento hay que diseñar algĂşn tipo de planificaciĂłn para que este escenario no se repita a lo largo del tiempo, tanto por el dispendio de recursos como por la salud de la poblaciĂłn.