Se redujo el pago anual y la merma se fue profundizando cuota a cuota. El último vencimiento tuvo niveles que estuvieron por debajo de los tiempos de pandemia. El Municipio analiza un esquema de revisión de gastos en medio de una crisis generalizada.
En el Palacio Municipal hay una gran preocupación por la salud de la economía de la comuna. La Argentina atraviesa serias dificultades económicas y los problemas nacionales impactan en la provincia y por ende en los municipios. Especialmente impacta en la economía de los ciudadanos que, ante la imposibilidad de sostener los gastos corrientes, de luchar para llegar a fin de mes, de poder comprar alimentos o medicaciones, elige dejar para mejor momento el pago de tasas, contribuciones o impuestos. En el último mes, según datos oficiales, en la Argentina los ingresos fiscales e impositivos cayeron por encima del treinta por ciento. Incluso el IVA a pesar de la suba de precios. El menor consumo, producto de la pérdida de poder adquisitivo, es un claro reflejo de lo que sucede a la hora de recaudar. Y ese reflejo también se repite en la provincia de Buenos Aires, donde se intentó y aplicó, un anticipo sobre los ingresos brutos para mejorar los recursos de caja. Y si esto sucede en Nación y Provincia, qué se puede imaginar que pasa en Mercedes. Lo mismo. Puede que la recaudación, con la actualización de los valores de las tasas, sea mayor en términos de volúmenes o cantidades, pero no lo es así en términos de base tributaria. La famosa curva de Laffer, que de acuerdo a las medidas da un resultado. Las experiencias mundiales marcan que no siempre la suba de impuestos mejora la recaudación y sí puede hacerlo una baja de los mismos. En el caso de Mercedes en particular, la relación fue que la recaudación sube en cuanto a montos, pero la base tributaria se desplomó en tres meses, incluso a niveles por debajo de los que se manejaban durante la pandemia. Preocupante.
Datos y números
Ya desde el mes de diciembre, el área de Economía y Hacienda del Municipio venía observando la merma recaudatoria. Es decir, menos contribuyentes estaban cumpliendo con sus obligaciones. Tal vez no esperaban que en la tercera cuota de la tasa de servicios generales el impacto haya sido tan fuerte. Una de las primeras señales que percibieron fue en el pago de la cuota 1. Su vencimiento había sido postergado a los primeros días de febrero y dentro del segundo mes del año entraban dos vencimientos. En esa cuota uno es habitual que se produzca el pago anual, que permite a las arcas comunales hacerse de recursos de manera anticipada. Y en este contexto 2024 la opción era más atractiva aún, teniendo en cuenta que las tasas serán actualizadas de manera trimestral, por lo tanto, irán teniendo montos más elevados. Sin embargo y tal vez por la suba y el “no hay plata”, la cantidad de contribuyentes descendió. De 1900 que habían elegido pagar el año completo en el 2023, en este 2024 lo hicieron 1700. Pero a eso debe sumarse que la cuota 1 también perdió terreno respecto de lo recaudado en 2023. De casi 11.500 contribuyentes que habían pagado en los inicios del año pasado, este año lo hicieron poco más de 9.200 (19,6 %). La curva siguió siendo descendente en las siguientes cuotas. En la segunda del año, que venció el último día de febrero la cantidad de vecinos que pagaron en término fueron 8.936 (22.67 %). En la cuota 3 se encendieron las luces de alarma: no se llegó a seis mil según el último corte efectuado el 27 de marzo, día de vencimiento de la misma (45,99 %).
Tormenta conocida
Para los argentinos las crisis económicas no son novedosas, son más bien cíclicas. Por lo tanto, estamos acostumbrados a que cada tanto haya que echar mano a recetas que habíamos usado o teníamos guardada la formula a aplicar. Al igual que cualquier vecino al que no le alcanza el dinero, al Municipio tampoco y está trabajando en un proceso de revisión de gastos para que esta merma recaudatoria no impacte en la prestación de los servicios. Entre 2016 y 2018 los números también fueron preocupantes, sin embargo, algunas herramientas financieras que utilizó la comuna, permitieron incluso asumir los costos que demandó la finalización de la inconclusa obra de la Avenida 2. Ya lo han dicho economistas que pasaron por el Municipio, que aplicar una formula como esa en la actualidad (por caso tomando el ex Acceso Sur), se torna imposible. Eso no quita que el Municipio no siga teniendo un fondo anticíclico para afrontar este momento de dificultades. No hubo confirmaciones oficiales al respecto, pero se ha hablado de la existencia de algunos, aunque tengan afectación de destino. Los indicadores no son buenos en términos generales. Porque a la caída en la recaudación de tasas, se suma la caída de la coparticipación, la escasa o casi nula llegada de recursos nacionales incluso para continuar las obras iniciadas y la recesión económica que envuelve a lo largo y ancho a la Argentina. Si no hay actividad económica, producción o consumo, es lógico que tanto el IVA (Nacional) como los Ingresos Brutos (Provincia), también caigan a la hora de recaudar. Mientras tanto el Municipio analiza medidas que incluyen reducción de servicios. El riego fue un ejemplo por citar solo uno. “Sabemos que hay demoras en la prestación de servicios, pero no quiere decir que se dejen de prestar”, confió a Protagonistas una fuente comunal. La realidad de los números es contundente, pero afirman que, habiendo capeado otras tormentas, la merma recaudatoria no los agarra con la guardia baja. El “como sigue” será la respuesta cabal a esta afirmación.