No son pocas las comunas que ya aplican estos gravámenes. En Luján hay debate en puerta por esta posibilidad de aplicar un porcentaje sobre los combustibles líquidos que se transfiera a la recaudación comunal. En Mercedes admiten que se analizó, pero por ahora no aparece en agenda.
La creación de nuevos tributos o contribuciones por parte de los Municipios, forman parte de una modalidad que intenta reparar los inconvenientes de caja con los que se enfrentan las comunas. Protagonistas publicó hace dos semanas un interesante informe, con información oficial, donde se podía observar la merma en la recaudación que había caído en la Tasa de Servicios Generales a niveles que superaban lo acontecido durante la pandemia. Preocupante. Se dijo desde el Municipio que se estaban analizando los gastos y que eran necesarias reestructuraciones para poder sostener el normal funcionamiento de los servicios. Ese informe también tuvo correlato con expresiones de concejales opositores que analizaron el tema, pero que hicieron críticas no solo sobre los nuevos valores, sino también sobre la aplicación de un nuevo ítem que aparece ya en las facturas de gas, que irá a las arcas del Municipio. Esto fue autorizado o aprobado, en aquella Ordenanza Impositiva que se aprobó por mayoría en los últimos días de 2023. Mientras tanto la situación de otros distritos, lleva a que los intendentes piensen en nuevas imposiciones que les permitan mejorar o cuanto menos que no empeoren los números. Y es natural que cuando se crean estas herramientas haya quienes pongan el grito en el cielo. Pasó en Pehuajó con el cobro de litros de gas oil por hectárea a los productores de grandes superficies, como ahora se plantea el debate en la vecina ciudad de Luján con el posible gravamen al combustible. No es una ocurrencia del intendente Leonardo Boto, pues no son pocos los Municipios que ya lo vienen aplicando.
Surtidores
Retomando el caso de Luján, situación en pleno debate, se pretenden aplicar aumentos de tasas y creación de nuevas, según denunció el frente vecinalista Somos Luján. “Boto quiere cobrar tasas que alcanzarían a los combustibles y neumáticos, y a grandes generadores de residuos: hipermercados, locales de shoppings, hoteles de 4 y 5 estrellas, bancos y entidades financieras”, dice un comunicado de esa fracción política. Aseguran que, de acuerdo al proyecto de Ordenanza Impositiva, gravaría con un 2.5 % para los combustibles líquidos y un 2% para el GNC. Las tarjetas de crédito o compra abonarían un 2% y se incluiría una tasa por Vigilancia, Inspección y Desarrollo de Emprendimientos para la provisión del Servicio Público de Gas por Redes. Se aplicaría un 4% sobre el importe del consumo, libre de otros gravámenes. “Los Municipios no están facultados para cobrar impuestos, si lo están para el cobro de tasas municipales que son contraprestacionales, por ello además de arbitrario es inconstitucional. Realizaremos todas las acciones tendientes a impedir este atropello impositivo”, expresaron los vecinalistas. Interpretan que lo que debe el intendente “es ser más eficiente en gasto público, eliminando drásticamente los cargos políticos y todo gasto innecesario e improductivo que no se refleja en servicios para los vecinos. Basta de seguir ahogando con presión fiscal al sector productivo, comercial, servicios y a los contribuyentes en general que ya no soportan más el pago de tantos y altos impuestos. También les solicitamos a los concejales que no avalen estos tributos confiscatorios y que utilicen todos les mecanismos que les otorga su función y responsabilidad, para proteger a los vecinos”, resaltan. En Mercedes admitieron que esta situación con los combustibles fue motivo de análisis cuando se estaba conformando la estructura fiscal e impositiva del correspondiente ejercicio, pero es algo que en la actualidad ni siquiera aparece en agenda. Especialmente, confió una fuente consultada, porque en la mayoría de los casos que fueron judicializados, se le dio la razón a los contribuyentes o expendedores y no a los Gobiernos municipales. De allí que prefieren evitar litigios judiciales con finales no esperados.
