El sector oficial comunicó en las negociaciones paritarias que no tenía oferta salarial por hacer. Los gremios del sector, entre ellos la AEFIP, aseguran que es inaceptable y discriminatorio. Se estableció el estado de alerta permanente y no se descartan medidas de fuerza.

Los gremios del sector de trabajadores fiscales e impositivos se declararon en estado de alerta y movilización a mediados de la semana anterior, atento que el Estado no tiene ningún ofrecimiento de mejora salarial por realizar. “Es inaceptable”, sostuvieron. En ese marco se vive un clima de tensión e incertidumbre, que había sido anticipado en la última celebración del gremio AEFIP. El Secretario General de la AEFIP Mercedes, y también miembro de la Mesa Directiva nacional, Juan Martín Andrés, advertía lo que estaba por acontecer. “La lucha la damos entre todos. Todas las victorias a lo largo de nuestra historia las hemos logrado porque reinó la unidad, la solidaridad y el compromiso de cada uno de los trabajadores. El momento de la pelea es cuando la tenemos que dar y cuando vienen por nuestros derechos y nuestros puestos de trabajo”, advertía. Andrés dejaba como mensaje hace menos de dos semanas a los trabajadores de la región que “la única fuerza que tenemos es la de la unidad, el gremio somos todos, la lucha es la que le vamos a dar entre todos, y si creemos que no es para nosotros, nos pasarán por arriba”. En el plano nacional ya comenzaban a advertirse en el horizonte cercano, inconvenientes.

Alerta

El pasado miércoles se concretó una reunión paritaria entre el sector oficial y los representantes de los gremios AEFIP y SUPARA. Durante ese encuentro, el sector oficial, es decir la propia Administración Federal, expresó que “no tiene ofrecimiento salarial para realizar” e informó que se encuentra en análisis una modificación de la cuenta de jerarquización. “La posición adoptada es inaceptable”, destacaron desde los gremios. No obstante, dejaron en claro que la decisión de congelar los salarios, no obedece a un déficit presupuestario del organismo, además de resultar discriminatorio de la política salarial que se aplica en el resto del sector público nacional. “Lejos de valorizar la labor de los funcionarios del organismo, se implementan políticas de licuación de salarios en un organismo que cumple un rol estratégico en la ejecución de las políticas económicas del Estado nacional”, advirtieron. A la vez consideran que es una postura contradictoria con la ponderación expresada de los altos niveles de compromiso, dedicación, profesionalismo y eficiencia, que manifestaran las distintas autoridades del organismo respecto de sus trabajadores. En un complejo escenario salarial, se suma además la problemática vinculada con el debate que aun se encuentra en tratamiento en el Congreso de la Nación referido a la Ley de Bases y la modificación del impuesto a las ganancias, “que socavaría aun más el poder adquisitivo de los trabajadores”. Para la AEFIP esta decisión adoptada por el sector oficial, claramente altera la paz social en el organismo, “y nos habilita a adoptar medidas gremiales que resulten necesarias en defensa del salario…”. De allí que tanto AEFIP como SUPARA y FEFRA (entidades gremiales del sector), decretaron el estado de alerta permanente, más allá del análisis de las acciones que cada representación sindical considere oportuna. Un dato que tal vez revele la gravedad de la situación, es que por primera vez, los Sindicatos mencionados, efectúan un documento que firman en conjunto.

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