A punto de cumplir 137 años de existencia, la biblioteca popular atraviesa serios problemas econĂłmicos y financieros, que ya pusieron en rojo algunas cuentas. La falta de un aporte nacional que recibĂan es el principal motivo del descalabro.
El venidero 4 de septiembre la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento, cumplirá 137 años de vida. A juzgar por la situaciĂłn actual hay algunas circunstancias que no le permitirán que su celebraciĂłn sea plena, especialmente que los subsidios que eran entregados a las casi 2 mil bibliotecas populares de todo el paĂs, no están llegando en tiempo y forma y mucho menos se sabe cuándo podrĂan estar a disposiciĂłn de las mismas. “¿Si corremos el riesgo de que se pueda cerrar? De ninguna manera queremos cerrar, de alguna manera vamos a seguir si no recibimos esos aportes nacionales”, dice Alicia Coronel, la actual presidenta de la ComisiĂłn que lleva unos tres años con esa responsabilidad. La situaciĂłn econĂłmica de la Biblioteca es complicada, esencialmente por ese subsidio que no tiene fecha establecida para que se acredite. “Nosotros recibimos un subsidio que utilizamos para gastos corrientes, pero hemos tenido un recorte de subsidio que nos complica y ahora tenemos algunas deudas”, agrega en conversaciĂłn telefĂłnica con Protagonistas. Este aporte de la ComisiĂłn Nacional de Bibliotecas Populares, es utilizado entre otras cosas, para afrontar las cargas sociales de la Ăşnica empleada con que cuentan y para abonar servicios profesionales de un contador que certifica los balances anuales que como instituciĂłn deben presentar. “Lo tenemos que hacer todos los años y los tenemos hecho porque estamos ordenados, intentamos mantener todo al dĂa. Pero esta situaciĂłn nos pone en situaciĂłn morosa en algunos aspectos”, revela a este medio. Afortunadamente otros ingresos no fueron cortados y se mantienen regularmente, de modo tal de poder seguir con sus puertas abiertas. La DirecciĂłn de Bibliotecas de la provincia de Buenos Aires y el Municipio, contribuyen a su sostenimiento. Entre 300 y 400 socios tambiĂ©n pagan su cuota mensual, pero al ser de solo 400 pesos, no tiene demasiada incidencia para la mantenciĂłn de todas las necesidades que deben afrontar tal el caso del mantenimiento del edificio que fue declarado Patrimonio Cultural, los servicios como energĂa elĂ©ctrica y gas, la presencia de un ayudante y el personal de limpieza. A eso debemos sumarle esos gastos menores como la compra de papel, agua para consumo del personal y asistentes, entre otras cuestiones. El año pasado, en el 2023, alrededor del mes de agosto, recibieron uno de los Ăşltimos aportes de NaciĂłn. Suelen ser uno o dos por año. Pero en este 2024 no tuvieron novedades, tanto ellos como el resto de las bibliotecas regadas por todo el territorio argentino. “Rendimos el subsidio del año pasado e iniciamos la gestiĂłn para el nuevo aporte. Al no llegar hicimos el reclamo correspondiente y no tuvimos ninguna explicaciĂłn sobre esta situaciĂłn… nos dijeron que hay que esperar”, añade Alicia Coronel. Una respuesta que va en consonancia con la frase del presidente Javier Milei, aunque, en otros tĂ©rminos: “No hay plata”. Cuando se le consultĂł sobre la posibilidad de tener que cerrar sus puertas, Coronel considerĂł que de ninguna manera quieren que la centenaria biblioteca cierre sus puertas en el edificio de Avenida 29 entre 28 y 30, “de alguna manera vamos a seguir”, destaca.
Plan de salvataje
“La Biblioteca anda muy bien en cuanto a la funciĂłn que cumplimos. Tenemos visitas guiadas para establecimientos educativos, una hemeroteca que es de las más importantes del paĂs, con ejemplares desde 1875 tanto en el orden local como provincial que fue recuperada a pleno en 2018. Muchos profesores e historiadores se acercan a consultar ese valioso material”, dice. Alicia lleva tres años como presidenta de la ComisiĂłn y hace más de 40 años que es socia de la Biblioteca. Para intentar mitigar estos inconvenientes están trabajando en algunas actividades que serán detalladas el prĂłximo jueves en una conferencia de prensa, aunque nos anticiparon que la artista MarĂa Luján Luna en este mes de agosto y el Dr. Daniel Agostini en septiembre, concretarán presentaciones cuya recaudaciĂłn se destinará Ăntegramente a la Biblioteca. “Nuestra biblioteca no solo es para intercambiar libros o para que los chicos vengan a estudiar…. Por estos tiempos hemos notado que tambiĂ©n es un refugio para mucha gente que viene como una salida, que llega y se queda sola leyendo, o con su computadora. Es un lugar acogedor que tiene comodidades y hasta calefacciĂłn”, comenta.
CONABIP
La ComisiĂłn Nacional de Bibliotecas Popular, tiene diferentes lĂneas de subsidios para las bibliotecas. Uno de ellos es el que se utiliza para gastos corrientes. La propia CONABIP considera que el propĂłsito del mismo es contribuir con el fortalecimiento de la capacidad institucional y organizativa de las bibliotecas populares y que ese subsidio puede destinarse para solventar gastos de funcionamiento habitual de las mismas. Es un trámite digital que se puede hacer a distancia y la Biblioteca de Mercedes lo ha realizado hasta ahora sin Ă©xito. La Biblioteca Sarmiento es una biblioteca popular reconocida por la CONABIP, con personerĂa jurĂdica vigente y alta de beneficiario, sin embargo, ese requisito no resulta suficiente para que se contemplen sus necesidades.