Desde la Arquidiócesis Mercedes-Luján recordaron que los miembros del clero no reciben aportes del Estado a nivel municipal, provincial ni nacional. «Ayudarlos es cuestión de caridad y de justicia», plantean.
En torno a la realización de la campaña solidaria «Cuidemos a quienes nos cuidan», que lleva adelante la Conferencia Episcopal Argentina, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Scheinig, y el obispo auxiliar, monseñor Mauricio Landra, dirigieron un mensaje a las comunidades arquidiocesanas en relación con el sostenimiento económico del clero local.
Bajo el título «Cuidemos a quienes nos cuidan», y en una nota que también fue replicada por AICA (Agencia Informativa Católica Argentina) los obispos explican: «Les escribimos en tiempos de muchos desafíos y muy difíciles para algunas familias. Sin embargo, nos animamos a hacerlo, sabiendo del cariño, la comprensión y el amor que les tienen a sus sacerdotes».
Agregan que «ellos los acompañan en todo lo que se refiere a la evangelización, y muy especialmente a ustedes en sus vidas, por lo que les pedimos que ustedes los acompañen a ellos. Les pedimos humildemente que sigan ayudándolos, de manera corresponsable, a llevar adelante la economía parroquial».
Se manifiesta que además de todo lo que se necesita para que los edificios de las parroquias se sostengan e incluso crezcan, cada comunidad es responsable del sostenimiento económico de sus sacerdotes. «Esto significa que ellos deben recibir de ustedes lo necesario para llevar una vida austera, pero digna, en lo que respecta a casa y comida, los gastos de movilidad y los gastos para la salud», destacan
«Tenemos una propia mutual del clero llamada San Pedro, que cubre de alguna manera nuestros gastos de salud y una cobertura para una jubilación futura, a partir de los sesenta y ocho años, a la que llamamos FIDES. Además, en muchas ocasiones los sacerdotes no alcanzan a pagar la cuota mensual de la mutual y en otras ocasiones tampoco, cuando los gastos de ciertas intervenciones quirúrgicas o de internaciones prolongadas son muy elevados, u otras emergencias que necesitan de mayor asistencia económica», detallan.
A su vez, recuerdan que «ni los obispos, ni los sacerdotes, recibimos ningún tipo de aporte de los Estados municipal, provincial o nacional». Por eso, proponen «seguir ayudando a quienes nos ayudan, cuidando a quienes nos cuidan, es decir a nuestros sacerdotes. Es una cuestión de caridad y de justicia».
Los obispos hicieron hincapié en la necesidad de apoyos, indicando: «Renovemos el compromiso de concientizar que nuestros pastores también, como cualquier otra persona, necesitan cuidado y apoyo en su salud física y emocional», animan, y agradecen «todo lo que ya hacen por ellos, que no es solo económico».
Finalmente, concluyen manifestando: «Sabemos del amor que les tienen y cómo los acompañan en todo, y sabemos cuánto los sostienen con la oración. Pero en esta ocasión, les pedimos que estén atentos a esta dimensión económica de la vida que también es muy necesaria», concluyen, y añaden: «¡Gracias de corazón por cuidar la vida de los sacerdotes!