Una tradicional esquina del casco histórico recuperará su vida comercial después de largos meses con sus persianas bajas. Estamos hablando de Avenida 29 esquina 26, donde antes de su cierre, funcionó el Bar El Cabildo, un espacio de tradición y encuentro de la vida social de los mercedinos. De acuerdo a datos recogidos por este semanario de fuentes confiables, el inmueble fue alquilado y no vendido como pretendía el operador inmobiliario local de acuerdo al cartel que se encontraba en el frente del mismo. Precisamente el martillero indicaba que el inmueble era idea para un bar resto y un petit hotel.

Esa misma fuente informativa dio cuenta que una persona del área metropolitana observó la posibilidad de iniciar, tras la firma del correspondiente contrato (sería por cinco años), una tarea de restauración del lugar, que incluye tanto la planta baja como la planta alta.

Si bien no trascendieron mayores detalles sobre el proyecto que allí será desarrollado, se supo que cuanto menos en la planta baja, se instalará una franquicia de Café Martínez, una firma que había llegado a la ciudad en 2014 y que luego cerró su local.

Los datos recogidos señalan que en breve comenzarán a verse movimientos en el lugar, en el marco de esa tarea de restauración, y que el objetivo de los inversores es poder abrir las puertas del renovado lugar en el mes de marzo del año próximo.

Histórica

Más allá de la noticia de la franquicia que llega, la relevancia de la misma tiene que ver con la recuperación de una esquina que guarda en si misma una rica historia.

Según algunas publicaciones locales, esta casa de altos, levantada en la esquina de la calle 26 y Avenida 29 a fines del siglo XIX (antes de 1888), la mandó a construir el Dr. Luis Bartis. Antes de esto, hasta 1870, se la llamó “esquina de la sal”, debido a que desde este punto partían las carretas en busca de sal a las Salinas Grandes, para consumo del pueblo, para Buenos Aires y para el interior. Según los historiadores Ortelli-Úngaro, en la esquina habría existido construcción desde antes de 1752. Antes de la construcción actual hubo ranchos y casas de material de una planta. Hacia 1840 había en el lugar una pulpería y, veinte años más tarde, durante las batallas de Pavón y Cepeda, fue convertida en cuartel de las fuerzas del Gral. B. Mitre.

Inaugurada la casa, la familia Bartis ocupó la planta alta, mientras que los locales bajos fueron arrendados para negocios. A principios de siglo XX funcionaron en esta esquina las sucursales del Banco de la Nación, de la empresa de Correos y Telégrafos, y más tarde el bar – restaurant que le dio el nombre con que es popularmente conocida: “El Cabildo”.

En el caso de esta confitería, consta de una planta baja con un gran salón de acceso en ochava, un patio interno con galería, que se prolongaba en el piso superior, al que daba la circulación de acceso a las distintas habitaciones de la vivienda.

En el exterior se muestran balcones continuos, rejas de hierro forjado. Pilastras dóricas en la planta baja, y corintias en el piso superior, sobre las que se dispone un entablamento, con denticulado y cornisamento superior con balaustres, se destaca en algunos libros de historiadores locales.

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