La fábrica que actualmente funciona en el predio de la ex Dupont, tiene una historia un tanto extensa que intentaremos resumir en el siguiente artĂculo. No porque deje de ser interesante, sino porque ahora lo que importa es el presente y en especial el futuro de su plantilla de trabajadores.
Lo que alguna vez fue Dupont, Fibra, Guilford o Nicotex, ahora es Flugel, una industria reconvertida por el último grupo empresario, cuyo futuro no parece tener un horizonte promisorio, sino más bien un tanto incierto.
El pasado viernes, en el ingreso del turno de las 6 de la mañana, se vivieron tensos momentos cuando la seguridad le impidiĂł el ingreso del personal a planta. “Ya van a recibir las notificaciones”, les habrĂan dicho mientras aguardaban los empleados en la vereda de Avenida 40.
Al cabo de unos minutos les comunicaron que se trataba de un error y que podĂan pasar a cumplir con sus tareas habituales. Total desconcierto en medio de un escenario que viene siendo adverso desde hace varios meses.
Los gremios del sector, es decir AOT y SETIA, solicitaron una urgente reunión en la delegación del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires (calle 25 casi esquina 16), para intentar tener un panorama más claro. Pero la parte empresaria no se presentó y pidió prorrogar la audiencia hasta este lunes.
Los trabajadores volverán a presentarse hoy por la mañana sin tener la certeza si podrán entrar. Son alrededor de 40 empleados de los cuales unos treinta operarios pertenecen a la Asociación Obrera Textil y los restantes al sindicato SETIA.
Predio
Protagonistas pudo saber que en esta situaciĂłn de conflicto hubo intervenciĂłn de las autoridades municipales, quienes, entre otros aspectos, habrĂan ofrecido algunas alternativas de predio para la textil que ahora se denomina Flugel. SerĂa la posibilidad de funcionar en una planta que alguna vez supo albergar a una industria del sector.
Sucede que Dupont oportunamente vendió esa fábrica a Guilford, esa firma no cumplió con los pagos y además quebró. Nicotex dio continuidad, pero con las máquinas de la antecesora. Ahora el predio fue vendido a otro grupo empresario y ya hubo un mandamiento de desalojo que estaba por ejecutarse.
La situaciĂłn es compleja y son horas decisivas para una empresa y decenas de trabajadores que intentan encontrar una salida que permita continuidad productiva, un hecho que se presume difĂcil, pero no imposible.