La reglamentación vigente para la habilitación de nuevas superficies comerciales, volvió a ser tema de debate en el Cuerpo Deliberativo. Las intenciones de un grupo de vecinos de la ciudad, para instalar un supermercado, se veían truncadas por las restricciones normativas que imperan. Esto había motivado que el Bloque libertario buscara la derogación de esas ordenanzas por considerarlas restrictivas. La totalidad del Cuerpo consideró que esa discusión era absolutamente válida y necesaria. Pero al vecino que pretendía instalar ese comercio, había que darle respuestas prontas.
El Ejecutivo parece haber encontrado el modo de hacerlo. Para el arco opositor en su conjunto se trata de una excepción a la norma. La sola mención de esa palabra hace ruido, pero incluso para algunos oficialistas no debe entenderse como algo extraño sino como una herramienta para la búsqueda de una solución concreta.
En la Extraordinaria del pasado viernes, el Ejecutivo presentó un Decreto ad referéndum del HCD para zanjar esta situación. La misma fue aprobada por mayoría oficialista, con el rechazo de la UCR, PRO y Coalición Cívica. La bancada libertaria se abstuvo. Lo concreto es que dos vecinos buscaban habilitar un local en calle 32 entre 25 y 27, donde históricamente (desde 1992) funcionó un supermercado, hecho que funda la preexistencia del mismo y se menciona que las normas que pueden impedirlo, son posteriores a aquellos comienzos. Apuntan entonces a que se respete el derecho adquirido. Es oportuno mencionar que los interesados no pudieron encontrar al anterior titular, un ciudadano de origen oriental. “Este Departamento Ejecutivo considera que corresponde reconocer los antecedentes del rubro en el inmueble referenciado, la continuidad de su explotación… y la imposibilidad de realizar el trámite de transferencia”, detalla el fundamento del decreto. Remarca en esos considerando, que no solo se estaba acompañando una inversión, sino la generación de nuevos puestos de trabajo (7 en total). “La clausura definitiva del rubro supermercado tendría un impacto negativo en la economía local…”, señala el decreto que firmaron el intendente y la secretaria de Gobierno.
Si, pero no
Los ediles opositores, a excepción de los libertarios, rechazaron el mencionado decreto. “Estoy totalmente de acuerdo que se abran nuevos comercios, pero esta no me parece la forma, se debe modificar la norma para que sirva de aquí en adelante para cualquier vecino y no para uno puntual”, dijo Martín Bossi (CC). Mauricio Pollacchi por su parte, recordó la presentación del proyecto, el intento de desregular la actividad y consideró que debía discutirse la norma general y no el caso particular. No obstante, se abstuvieron por considera que no se iban a oponer a la generación de fuentes de empleo. Desde el PRO Gustavo Mangoni manifestó que habían acordado no dar excepciones desde una de las Comisiones del Cuerpo, por cuanto era oportuno modificar la norma para que se abran oportunidades a nuevos emprendimientos. De allí su rechazo. En iguales términos se expresó su compañera de bancada Evangelina Cabral. Marcela Munarriz tampoco acompañó y sin titubeos habló de una excepción, “sino se hubiera dictado el acto administrativo de rigor otorgando o rechazando la habilitación”, remarcó. Para el radical Daniel Ivaldis no debería haber pasado el tema por el HCD y agregó que la vía de la excepción no era la forma. Finalmente, la oficialista Andrea Bozzini expresó que pensaba que iban a tener acompañamiento y que la aprobación del decreto no inhabilitaba la posterior discusión de la norma general. “Buscan continuar con el rubro que siempre funcionó en el local de calle 32… ¿por qué deciden no acompañar si es muy parecido a lo que están promoviendo?”, se preguntó ante la postura de la oposición. “Estamos acá para brindar soluciones, por eso nuestro voto es positivo”, concluyó.