La bronca se empieza a transformar en rebeldía, en desobediencia. No son pocos los usuarios que empiezan a preguntarse en voz alta qué están pagando a la hora de pasar por un peaje como el de Ruta 5. Un camino inseguro donde ni siquiera cortan el pasto de las banquinas o como sucede entre Mercedes y Luján, entre ambas manos.
En los últimos días esta situación tomó estado viral cuando una mujer que transitaba por este camino se cruzó en un fuerte diálogo con un empleado de la cabina de peaje que pertenece a la sociedad anónima estatal Corredores Viales. Empresa esta que ninguneó al pueblo de Mercedes en su conjunto.
La vecina-usuaria se negó a realizar el pago, argumentando que la ruta no se encuentra en condiciones aptas para ser transitada. Y lo grabó con su celular para luego subirlo a las redes sociales. «¿Cómo voy a pagar por un servicio que no me dan?», argumentó. El empleado contestó sobre cuál era el servicio que no se le brindaba. «Viajo todas las semanas por esta ruta, he pagado durante 20 años una fortuna, que tendría que estar impecable. No están haciendo lo que tienen que hacer para cobrar lo que están cobrando. Se lo digo yo, que pertenezco a ‘Usuarios de la Ruta 5’… hemos pedido que nos informen adónde va el dinero que cobran acá, y todavía no lo informaron», agregó.
El empleado admitió en ese diálogo que la ruta no estaba óptima, pero estaba en condiciones. Esta relación de costo-beneficio hace tiempo que no se cumple desde que la ruta pasó a manos privadas y sobre la misma no solo pesan cuantiosas promesas incumplidas sino también numerosas víctimas fatales.
«Yo me quedo acá hasta que me levanten la barrera. Mi voluntad es pagar, pero por un servicio que me ofrecen, no por uno que no me están ofreciendo. Tenemos que hacer esto para que nos den respuesta. Yo sé que usted no es el responsable, pero tiene que pensar en los usuarios», replicó la usuaria indignada por una realidad que no cambia a pesar del paso de los años.
El final de la historia es que el empleado levantó la barrera, pero la empresa intentará realizar el cobro correspondiente. Ciertamente la viralización de este hecho pone aún más candente un debate y una práctica que en Mercedes ya se venía gestando. No fueron pocos los usuarios que forman parte del grupo vecinos contra el peaje, que intentaron el mismo camino: que no se les cobren por un servicio deficiente.
La modalidad es tomarse un tiempo para expresar en una planilla, las razones por las cuales se niegan los usuarios a pagar el peaje. “Pido no pago de peaje hasta que la ruta no brinde condiciones de transitabilidad, mantenimiento adecuado que me ponen en riesgo por no tener plena visibilidad con cruce de animales o personas dado que no cortan ni siquiera el pasto. El peaje se convierte en ilegal al no otorgar al usuario vial un costo-beneficio, cosa que aquí no ocurre…”, dice uno de los textos que pudo conocerse. No solo esta queja quedó en la cabina para la empresa, sino que fue con copia a Vialidad y a la Defensoría del Pueblo.
Pero en algunos casos Vialidad contestó con celeridad, con la inmediatez que no ha tenido en otras ocasiones por diferentes circunstancias. Le ha hecho saber a los usuarios que no pagar es una infracción que tiene sanciones pecuniarias, resta puntos para la licencia de conducir y hasta de no encontrar al infractor se le aplica la misma sanción al propietario del vehículo en cuestión. La falta de respuestas, la desidia en el camino, está tomando forma de rebelión.
