El Bloque de concejales de la Unión Cívica Radical convocó el pasado miércoles a una conferencia de prensa con el propósito de explicar el porqué del acompañamiento al Ejecutivo tanto en el Presupuesto hace algunos días, como en la Ordenanza Fiscal e Impositiva durante la jornada del martes.
“Buscamos una negociación con el Ejecutivo para beneficiar a los vecinos… lo logramos, pues caso contrario hubiese salido como pretendía el oficialismo porque tiene las manos suficientes para aprobar lo que se proponga”, hicieron saber los ediles Aída Laporta, Daniel Ivaldis y Débora Lacasa en el primer piso del Palacio Comunal.
Ante los medios locales, los ediles del radicalismo detallaron instancias de encuentros y reuniones para concluir en que rechazar sin hacer propuestas para mejorar lo que existía, fue simplemente “lavarse las manos”.
La situación tomó relevancia a partir de la decisión de los Mayores Contribuyentes que representaban a la fuerza, quienes se opusieron a la Ordenanza, por lo tanto, desconocieron cualquier negociación que pudo haber realizado la bancada. Esos Mayores Contribuyentes están desde que existía Juntos como Bloque y ahora se encuentran con la división UCR-PRO. Aunque se presume que responden a la UCR.
Sin embargo, dos de ellos: José María Comesaña y Edgar Kilmeatte, supieron ocupar una banca en el Cuerpo Deliberativo y saben de este tipo de instancias. Mucho más el propio Kilmeatte quien tuvo la responsabilidad de conducir el Bloque en aguas turbulentas y supo quejarse en voz alta durante algunas sesiones, cuando sus pares no respetaban lo que él mismo acordaba en labor parlamentaria.
“Tienen las manos suficientes para aprobar todo como venía, sin necesidad de ninguna mano opositora. Por eso quisimos trabajar para mejorar esas condiciones pensando en los vecinos”, sostuvo Lacasa en relación a la posición dominante del oficialismo. La gestión municipal tenía previsto incrementar las tasas en el primer período, es decir en enero, en un 69 por ciento. Fruto de esas charlas, solo se aplicará un 34 % en el primer período y el resto será prorrateado en las cinco cuotas restantes del 2025. Además, consiguieron que el tope de incremento sea el 100 por ciento y no del 150 como originalmente se había escrito en la ordenanza, más otras modificaciones como beneficios en derechos de construcción hasta 100 metros cubiertos.
“Creemos en el poder del diálogo, no levantamos la mano a carpeta cerrada. No estamos de acuerdo con el incremento del 69 % de las tasas, pero preferimos que se haga en etapas para que no impacte fuerte en los vecinos”, señalaron.
Los concejales de la UCR aseguran que trabajaron responsablemente en un momento político complejo, “cada uno llevará en su conciencia lo que hizo, nosotros estamos aliviados. Creemos que lo que conseguimos fue lo posible, no lo ideal… Quienes rechazaron no pensaron en el vecino, en la ayuda al hospital, a Bomberos o el SAME… se lavaron las manos”, se les escuchó.
No ocultaron que dentro del radicalismo las posiciones eran diferentes y se mostraron incómodos con la actitud de algunos correligionarios y hasta del propio Comité. Hasta deslizaron que tal vez, en este tiempo, algunos han cambiado de parecer y simpatizan con otros sectores de la política local. “Si hasta posaron todos juntos para una foto”, dijeron en relación a sus Mayores Contribuyentes que se mostraron con concejales del PRO y libertarios luego de la sesión. En mayo de cada año se abre la lista de Mayores Contribuyentes. Los ediles de la UCR piensan en cambiar a los que hoy tienen esa representación. “Yo ya tengo el mío”, dijo Laporta en el cierre de la conferencia.