Quien también salió a poner las cartas sobre la mesa fue uno de los Mayores Contribuyentes, el concejal mandato cumplido que presidió el Bloque de concejales de Juntos hasta el final de su mandato. Edgar Kilmeatte dijo en el portal Mercedes Ya que había votado de esa manera (es decir, opuesto a sus concejales y en línea con el PRO y LLA), “porque me parece que era una manera de dejar de meterle la mano en el bolsillo a los contribuyentes».
La agitada semana para los “boinas blancas” arrancó en reuniones de Comité, encuentros con el Ejecutivo y desencuentros posteriores. Kilmeatte dice que todo comenzó cuando los concejales de la UCR (Lacasa, Ivaldis y Laporta), lo convocaron junto a Sesón Comesaña y la señora Calvo para representar al sector en la Asamblea.
Afirmó que, tras analizar el proyecto, encontró varios puntos cuestionables. Habló del alumbrado público, la reincorporación de tasas para construcciones menores a 100 metros cuadrados que habían sido eliminadas en 2020, el cobro diferencial del 8 % a Naturgy (gas) frente al 6 % que paga EDEN por ocupación del espacio público, entre otros aspectos.
Dice Kilmeatte que habían acordado apoyar un aumento del 30 % basado en el IPC, y ahí es donde dispara, “el Bloque radical cambió sorpresivamente su posición en un encuentro vespertino. Me voy a las 11 de la mañana con una cosa y me siento a las 19 y me salen con otra. Con el agravante que nadie me avisó que estaban negociando una alternativa”, dijo a Mercedes Ya.
Durante la Asamblea, Killmeate, Comesaña y la señora Calvo votaron en contra del aumento del 69 % que se aplicará en forma escalonada (34,5% en el primer bimestre y cinco cuotas posteriores).
“Me parece una pelotudez. Es una falta de respeto hacia mí, que soy afiliado radical desde 1982 y nunca me fui del partido… Yo no voté ni a favor de La Libertad Avanza ni del PRO, ni en contra del kirchnerismo o del Gobierno municipal. Voté así porque me parece que era una manera de dejar de meterle la mano en el bolsillo a los contribuyentes”, señaló ante la crítica de los ediles de su partido y la mirada sobre la foto posterior (ver aparte).
Como se puede observar, ambos sectores radicales, es decir concejales y Mayores Contribuyentes, votaron pensando que era lo mejor para el contribuyente. Con iguales objetivos terminaron a las “patadas”.