A fines de septiembre, en el marco de una reunión realizada por la Liga Mercedina, se tomó la determinación de anticipar que a partir de la temporada 2025, ningún jugador/a podrá tomar intervención en los torneos si es que no cuenta con el correspondiente apto médico.
Si bien es una definición que se debería cumplir de manera normal, la dirigencia de la Liga indicó que lamentablemente, gran parte de los clubes no cumple con los requisitos que se necesitan por parte de sus jugadores.
Aunque desde las distintas conducciones de la Liga han intentado la contratación de un servicio médico especial, para que antes del inicio de la temporada, exista un control único e igualitario para todo, la negativa de varias instituciones no lo ha permitido.
En el mientras tanto, gran parte de los jóvenes asisten a los clubes, donde no solo que juegan sin los correspondientes controles, lo mismo ocurre en las prácticas que realizan en la semana en sus distintos campos deportivos.
A esto se suma, que también por decisión de las dirigencias de las instituciones, los partidos se disputan sin médico en cancha. Desde la conducción de la Liga se propone en el comienzo de cada año en que exista personal médico en cada partido, pero los dirigentes de los distintos clubes aducen no contar con los recursos económicos para afrontar tal servicio.
Por si faltaba una preocupación más, varios de los clubes no afrontan pago de seguro por lesiones, y es así, como en más de una oportunidad, se ha podido ver en redes sociales, campañas para la obtención de recursos y poder afrontar gastos de recuperación de algunos jugadores.
Sobre esto, el pasado año, desde la Liga Mercedina se intentó lograr un acuerdo con alguna firma de seguro a los fines de contratar una sola empresa y así poder tener un mayor control. Sin embargo, al igual que en el tema de los aptos médicos, las dudas puestas de manifiesto por dirigentes de algunos clubes, hizo que todo quedara en la nada.
En definitiva, la situación está lejos de mostrar prevención, aunque ello no ocurre en todos los casos, ya que algunas de las instituciones cumplen con cada uno de estos requisitos: realizan controles a todos sus jugadores, afrontan pago de seguro por lesiones y a la vez aseguran la responsabilidad de sus campos deportivos.
Sin ambulancias
Otro de los temas que siempre genera debate es la presencia o no de ambulancias en los partidos, lo cual se torna imposible, no solo desde lo económico, sino también desde lo logístico, para poder implementarlo.
Dada la cantidad de partidos y escenarios a cubrir, la ciudad no cuenta con el número de unidades sanitarias que se necesitarían. Además, durante sábado y domingo, cuando se disputa la mayoría de los juegos, también se desarrollan otras disciplinas deportivas, que al igual que en el fútbol, se juega sin presencia de ambulancias.
En los encuentros que se disputan en cancha de la Liga por el torneo de Primera se cuenta con la contratación de una emergencia privada.
Ahora, el debate que se presenta es saber sí, así como se afrontan pago de jugadores (fútbol mayor), cuerpos técnicos (de varias categorías) y hasta delegados, no es el momento en que los dirigentes de los clubes destinen un recurso al tema de los controles de salud y pago de seguros, para de esa forma, darle mayor tranquilidad a cada uno de los deportistas y a cada una de sus familias.
Está previsto que la temporada 2025 arranque a comienzos de marzo; habrá que aguardar para saber si de una vez por todas, se avanza en una prevención que debería estar fuera de toda discusión.