Un grupo de radicales, entre los que se encuentran varios mercedinos como firmantes, han elaborado un documento con fuertes criticas a la conducción partidaria nacional y con propuestas para encaminar el rumbo de la fuerza política.
El mismo sostiene que la U.C.R. ha sido faro en la defensa de la ética, la moral administrativa, la pureza del sufragio y de un sentido social que la distinguieron siempre. Además, señalan, se caracterizó por la vigencia de la democracia interna y la credibilidad derivada de la firmeza de sus convicciones.
“Los rumbos a veces se pierden o se confunden y en la actualidad se tiende a justificar la vigencia del radicalismo apelando a viejas gestas y a grandes figuras de la historia, pero sin producir los nuevos hechos que deben constituir gestas actuales y de futuro”, resaltan.
En tal sentido consideran que la República “no puede debatirse entre posiciones extremas como la que representa el PJK y LLA, fuerzas ambas corruptas que han optado por la grieta (aunque confluyan en muchos temas y acciones), por el agravio, el insulto y la pretendida descalificación del adversario y por la mentira reiterada, poniendo en crisis el sistema institucional y hasta el diálogo entre los argentinos”.
Los firmantes dicen no advertir en el partido, ni en los organismos de conducción, ni en sus Bloques legislativos, “una posición clara y sólida que lo afirme en sus principios fundacionales. Es hora de reaccionar, de rebelarse frente a un estado de cosas que no satisfacen ni al ideario ni a la conducta radical. No aceptamos sacrificarlos en el altar de la conveniencia y de la coyuntura”.
Así concluyen en que un partido nacional como el radicalismo, tiene que tener liderazgo y conducción, “de ninguna manera podemos ser un archipiélago de gobernadores, legisladores e intendentes en donde cada quien hace lo que le parece”.
Para salir de ese escenario proponen algunas líneas de acción y doctrina, “las que sin la conducta adecuada no nos llevarán a nada: hay que recuperar la confianza en la sociedad argentina y conducirla hacia un futuro mucho mejor que el que vivimos”.
Entre esas propuestas pretenden que se recupere la centralidad de la conducción partidaria, se afirme la unión del radicalismo “unificándose el discurso y rechazando todo tipo de acercamiento con quienes están en las antípodas del pensamiento y el comportamiento tradicionales del radicalismo”. También que se activen las tareas en los Comités de Distrito y se afirme su representatividad, y que se movilice el partido, “recuperando la calle que se ha dejado de lado en gran parte de nuestra geografía, en especial en las conurbaciones de las grandes ciudades, y particularmente en el AMBA. Hay que volver a las calles, ocuparse de los problemas concretos del vecino”, señalan.
Entre otros aspectos consideran que deben marcarse con claridad las eventuales alianzas electorales con partidos, movimientos y personalidades afines, “en las que la UCR. sin soberbia, pero con realismo, deberá hacer valer su historia y su presente con Bloques legislativos importantes, Gobernaciones e Intendencias”.
Entre los firmantes mercedinos aparecen el exministro de Gobierno Juan Antonio Portesi, el Dr. Guillermo “Tito” San Martín, Oscar Albini, Enrique Sánchez y Daniel Avelar, entre otros.