Perito en accidentología participó en un encuentro clave en La Pampa, aportando estadísticas contundentes sobre la peligrosidad de la ruta.

Jorge Lasala, perito en accidentología oriundo de Suipacha, se ha convertido en una figura destacada en el movimiento «Autovía Ruta 5 Ya!». Su participación en recientes reuniones, como la realizada en Santa Rosa, La Pampa, ha sido fundamental para visibilizar la urgencia de convertir la Ruta 5 en una autovía y mejorar las condiciones de las rutas existentes, presentando estadísticas impactantes sobre las consecuencias de la inacción.

El clamor por la Autovía 5 resonó con fuerza en el segundo encuentro del movimiento «Autovía Ruta 5 Ya!» celebrado en Santa Rosa, donde Jorge Lasala, representando a la región de Suipacha, aportó su expertise como perito en accidentología. El objetivo principal de este espacio es evitar las tragedias que ocurren en una de las rutas más transitadas y peligrosas del país. Legisladores de diversas provincias, empresarios y representantes de organizaciones civiles se unieron al evento, coincidiendo en que la seguridad vial no recibe la atención prioritaria que merece por parte de quienes gestionan los fondos públicos.

Bajo la consigna «Rutas para el progreso: producción, turismo y muerte cero», vecinos autoconvocados presentaron su propuesta para la construcción de una autovía que conecte Buenos Aires con Santa Rosa y, posteriormente, con Añelo en Neuquén, un punto estratégico para el desarrollo de Vaca Muerta. En este encuentro participaron legisladores de La Pampa, Buenos Aires, Río Negro y Neuquén, así como referentes de sectores económicos y gremiales, incluyendo la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de La Pampa, la Fundación Estrellas Amarillas, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, el Sindicato de Camioneros y la Unión de Usuarios Viales.

María del Carmen Ares, una de las vecinas que lidera esta iniciativa, destacó la importancia de unir fuerzas con legisladores y empresarios, resaltando que ya han recolectado más de 31.000 firmas para impulsar la obra. «La gente trabaja en los pueblos y necesita moverse con seguridad. Las rutas fueron hechas para unir comunidades, no para matar gente», enfatizó.

En su intervención, Jorge Lasala recordó que la historia de la Ruta 5 es similar a la de muchas otras rutas en Argentina: un proyecto que se discute desde hace casi un siglo, cuando ya era evidente la necesidad de infraestructura para el comercio. Sin embargo, lamentó que, como suele suceder, los planes quedaron en meros discursos, transformando las rutas en «trampas mortales». Para ilustrar la gravedad de la situación, Lasala mostró imágenes de los numerosos siniestros que han ocurrido entre Mercedes, Suipacha y Chivilcoy, cobrando incontables vidas.

La participación de Lasala y otros actores en este movimiento subraya la creciente preocupación por la seguridad vial en la Ruta 5 y la determinación de la comunidad por lograr la concreción de la autovía, una obra considerada fundamental para el progreso y la seguridad de la región. Además, se ha conocido que los impulsores de la autovía también están reclamando la variante de Suipacha, considerándola un nexo crucial para la continuidad de la autovía.

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