La falta de inversión en infraestructura en el plano nacional no solo frena obras sino que también ocasiona serios inconvenientes en la prestación de algunos servicios. Los ferrocarriles son una clara muestra de esta situación y se van repitiendo episodios, en muchas ocasiones con usuarios que sufren heridas, más allá de los inconvenientes propios de un incidente.

En esta oportunidad, no fue un choque pero sí el descarrilamiento de una formación proveniente de la localidad de Bragado, que tenía como destino Once, pero en el Km 112, dentro del partido de Mercedes, descarriló.

Eran las 8 de la mañana del día 26 de marzo y los pasajeros comenzaron a dejar constancia del episodio a través de las redes sociales. Viajaban alrededor de 150 personas y afortunadamente no hubo que lamentar heridos.

Según informó el portal Junín 24, desde Trenes Argentinos informaron que el incidente se registró cuando la formación, integrada por dos locomotoras y tres coches, descalzó del tendido de vías en jurisdicción de Belgrano Cargas y Logística.

“Mientras se resolvía el traslado de los pasajeros, trabajaron en el armado de un tren de auxilio con una cuadrilla de personal para encarrilar la formación”, agregaba la información.

Trenes Argentinos Operaciones (SOFSE) debe garantizar el funcionamiento de la línea y el control está a cargo de la Comisión Nacional de Transporte (CNRT). Hace tiempo que trabajadores del ferrocarril marcaron cuál es la realidad del sistema ferroviario, «los trenes van saliendo con lo que hay, porque no existen interlocutores con poder de decisión».

“La desinversión llevada adelante en Trenes Argentinos trae consecuencias inmediatas. Obras abandonadas, que eran fundamentales para la seguridad operacional y que ponen en riesgo constante a los servicios ferroviarios; al igual que el freno de las licitaciones para el mantenimiento de locomotoras y la no provisión de cables de señalamiento”, expresaba oportunamente Martín Marinucci, expresidente de Trenes Argentinos.

«El sistema de trenes argentinos no existe más. Hay una ignorancia y persistente negación de lo que está ocurriendo y solo el tiempo va a demostrar todo lo peor que puede resultar», manifestaba a un medio digital Pablo Martorelli, presidente del Instituto Argentino de Ferrocarriles.

Los inconvenientes se siguen suscitando y ya son numerosos estos incidentes, que insistimos, afortunadamente no han tenido victimas fatales. Pero como es tan cierta aquella frase “la corrupción mata” queda claro que la desinversión y la desidia pueden provocar iguales consecuencias.

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