Desde hace ya varias semanas, sobre avenida 29, fundamentalmente en el tramo de calles 42 a 50, se viene desarrollando una serie de obras por parte del Estado municipal, relacionadas con la colocación de una nueva cañería.
Ello ha implicado el corte del tránsito en determinados momentos, hecho que ha generado el enojo de algunos comerciantes, no por la realización de las obras en sí, sino por el continuo corte del tránsito y el impacto que ello ha generado en las ventas.
Algunos de los afectados han manifestado su enojo a través de las redes sociales, entre ellos el de la propietaria de una casa de venta de cotillón.
“Ya superó mi paciencia. No puedo trabajar, no puedo juntar para pagar el alquiler ni la luz. Esto es tristísimo. Amo mi trabajo, pero así no se puede”, destacó en una de sus exposiciones.
No solo ella, sino también otros comerciantes han marcado su preocupación en torno a lo que entienden se trata de una demora en las obras, a la vez que agregaron que no existió una comunicación precisa por parte de las autoridades en cuanto a lo que iba a pasar.
Lo cierto es que varios de los afectados coinciden en que las ventas han disminuido, y se hace difícil poder encarar los gastos de funcionamiento que son necesarios para seguir adelante con la actividad.
