“Mercedes es mi lugar”

Por Fernando Pachiani

Reside en Querétaro, México desde hace casi 25 años. En el año 95 fue elegida como reina de la Fiesta Nacional del Durazno. En esta entrevista nos habló de sus años en Mercedes, sus trabajos como modelo y sus actuales emprendimientos.

Destino México

“Yo ahora estoy en Querétaro, una ciudad que es patrimonio de la humanidad, una ciudad colonial muy bonita – comienza a contarnos María de los Ángeles. Viven alrededor de 2 millones de personas, es una ciudad grande, aunque no tanto. Aquí vivo con mi familia, mis hijos y mi esposo. Ya estoy hace 20 años acá. Me fui de Mercedes hace casi 25 años.

A fines de los 90 yo vivía en Buenos Aires con mi novio y nuestro deseo era salir de Argentina. Queríamos explorar. Justo estaba empezando la crisis, y dijimos de salir, ver y conocer. Éramos muy chicos, empezaba una nueva etapa. En Buenos Aires estábamos bien igual.

Yo tenía contactos en México de unos años anteriores que había venido a trabajar, y dijimos vamos a probar y ver qué podemos hacer. Como no teníamos hijos… Quisimos estar un par de años, pero ya pasaron muchos – dice.

Llegamos a Ciudad de México y trabajamos como modelos durante 5 años y después a San Miguel de Allende, una ciudad muy bonita, de las más bonitas del mundo. Estuvimos ahí, abrimos un negocio y nos dedicamos a otro rubro.

Cuando llegamos en aquellos años ya teníamos trabajo porque anteriormente yo había ido a trabajar como modelo, entonces ya tenía contactos, gente conocida, amigos. Así que probamos acá. Llegamos con trabajo, que eso es una fortuna cuando salís del país, te da tranquilidad – señala.

La verdad que  este país es un lugar muy rico, la gente que trabaja tiene muchas posibilidades. Hay trabajo para todo. La ciudad de México tiene de todo en cuanto a gastronomía, teatro, cine… Ahora está más bonita, antes era más caótica… Si bien habíamos vivido en Buenos Aires, la ciudad de México nos parecía un monstruo. Querétaro no es tan grande: no es el mismo tiempo en el recorrido al trabajo… Y solo ha crecido últimamente, exponencialmente. Luego del sismo de 2019 muchísima gente ha venido a Querétaro. Tiene su lado lindo. Dentro del rubro que trabajamos hoy por hoy y en cualquier rubro, creo que es bueno que la ciudad crezca, pero sí se tuvo que agrandar y modificar.

Cuando llegamos había un millón y medio y ahora hay casi 2 millones de personas. Vivimos en un country, y tiene muchos de estos fraccionamientos, estos barrios a unos 20 km de Querétaro,  pero seguimos cerca porque tiene una extensión grande. Estamos alejados de la parte del centro, la parte metropolitana. Estamos en una zona en la montaña pero está urbanizado: hay negocios, comercios, etc. Acá tenemos nuestra casa. Ni bien empezó a desarrollarse esta comunidad decidimos comprar unos terrenos. Hicimos una inversión. Vimos el futuro y el proyecto y compramos los terrenos. Los dejamos mucho tiempo pero hace 5 años terminamos la construcción. Terminamos justo en el 2020, nos agarró la pandemia y fue complicado porque tuvimos que cerrar el negocio” – recuerda.

Los años en Mercedes

“Nací en el seno de una familia maravillosa,  somos 4 hermanos, mi mamá y mi papá. Yo soy la más chica, pero somos un varón, el mayor, y tres mujeres. Tuve una infancia muy feliz, una familia muy unida; en las reuniones y los cumpleaños, todo era muy familiar, Nací en el barrio de la 23 entre 36 y 38, cerca de La Trocha, que la han dejado hermosa. Ese es mi barrio. Fui a la Escuela Normal desde el jardín hasta terminar. Allí conocí a mis amigas, con las que sigo en contacto. Con muchas de ellas somos muy amigas, tenemos un grupo de WhatsApp donde estamos en comunicación todo el tiempo, por eso te decía el tema de la tecnología, que es una bendición, al estar tan lejos… Cada vez que vamos a Argentina, Mercedes es mi lugar… Queremos recorrer otros lugares de Argentina pero si voy quiero estar ahí con mis amigos y familia. Vivir todas esas cosas de barrio, las disfruto un montón, mis amigos, mi gente, es uno de los mayores placeres que añoro cada vez que vamos para allá. Afortunadamente vamos cada año. Intentamos ir todos los años. Solo en la pandemia, el primer año no pude ir. Fue un poco complicado con los niños, pero pudimos viajar al año siguiente. 

Tengo a mis amigas desde el jardín del Normal, desde que teníamos 4 años. Mis amigas son Albana, Carla, Celeste, Romina, Soledad… Tenemos el grupo de WhatsApp y ellas se comunican… Yo quiero estar ahí, por más que no pueda. Y ellas se juntan cada semana, adoptaron esa costumbre… Es un grupo muy bonito. Seguimos siendo súper amigas. Los niños también, con sus hijos, como si se conocieran de toda la vida, por más que se vean una vez cada año”.

La Familia

“Cuando se va lejos y más aún si la familia de uno es muy unida, la falta de la presencia y el contacto diario es algo que nunca se puede suplir, es muy difícil. Te cuento que al principio nos comunicábamos por cartas, y me llegaban cada dos meses, y a veces hablábamos un poco a través de las cabinas telefónicas, pero eran llamadas costosas, entonces hablábamos cada tanto.

Creo que lo más difícil de estar lejos es eso, que no se puede suplir. Es lindo extrañar y sentir y todo, pero son decisiones de vida que uno va tomando y trae aparejado consecuencias. Fue una decisión que tomamos junto con la familia. Mi esposo era más grande que yo, y teníamos esa apertura… La dimensión del tiempo es distinta… Siempre hemos tenido el apoyo incondicional de la familia.

Hoy acá seguimos casados, en realidad nos casamos en Mercedes y empezamos a construir nuestra propia familia. Tenemos dos hijos, Luca que tiene 13 años y Francisco de 6. De hecho, ellos conocen Mercedes, aman ir a Mercedes todos los años y disfrutan mucho con sus primos, a los tíos, a los abuelos. Cada vez que nos tenemos que volver es muy traumático porque somos muy emocionales y ya unos días antes estamos con lágrimas.

La familia y los amigos es lo que más extraño. Siempre digo que cuando regreso de Mercedes necesito uno o dos días. No desperdiciamos ni un minuto. Hacemos todo juntos: desayuno, almuerzo y cena, porque después pasa un año sin vernos. Es súper agotador. Me levanto muy temprano para trabajar y en el momento en que se despiertan ya estoy tomando mates, esperándolos. 

La Fiesta del Durazno

“En un recuerdo hermoso – dice. A mí me eligieron reina del durazno en 1995. Parece una eternidad cuando digo los años, pero sí. Yo era muy chica, no tenía las habilidades para ese puesto: el hecho de representar a la ciudad en el país, me parecían responsabilidades enormes.

Al principio parecía como un sueño, algo muy bonito, pero es un trabajo y es muy importante. Yo siempre lo digo, la gente a veces no conoce lo que hacen las reinas. Es representar tu ciudad, tu fiesta y a tu gente en el resto de las fiestas, a lo largo de todo el país. Eso me ha permitido conocer muchos lugares de Argentina. Viajaba con la señora Irene Colombo, que me ha acompañado en todos los viajes. Yo tenía 17 años.

La fiesta se hacía en la Av. 29. Se pasaba por enfrente de la Municipalidad, obviamente con muchísimos nervios. Nunca me había subido a un escenario, a estar en frente de la gente, si bien teníamos una gran preparación antes, donde nos enseñaban a caminar, nos contaban todo… Fue una labor muy bonita. Yo fui reina en la edición número 20 de la fiesta.

De aquel momento conservo aún varias fotos. Mi mamá también. Recuerdo haber salido en el semanario Protagonistas. Encontré una edición especial de ese diario, más chiquita, en el tamaño de una hoja-carta y ahí estaban mis fotos y me las traje para mostrárselas a mis hijos.

La verdad que lo de la fiesta fue un momento maravilloso. Una etapa también cansadora porque teníamos que ir cada fin de semana. Y hay demasiadas fiestas, hay muchas a lo largo del país, nacionales y provinciales. La parte de la Municipalidad y de la organización de las fiestas como la del durazno, invitaban a todas a nivel nacional. Lógicamente por distancia y transporte no podían llegar varias, pero siempre estábamos reunidas entre 10 y 15 reinas, y se llevaban productos representativos de la región, cada una contaba de dónde venía, cómo inició la fiesta, los productos locales…

Siempre hablábamos  de la fundación de la ciudad de Mercedes, que había sido un fuerte de Luján, de porqué crecían este tipo de duraznos y no otros, las diferencias con otros lugares, el apoyo de la Municipalidad, los viajes, la cantidad de habitantes. Todas características generales y otras en relación al producto y el lugar al que uno representa, donde está ubicado… Muchos se sorprendían por la catedral, también se hablaba de la Fiesta del salame, pero hacíamos lo posible para atraer gente a la ciudad, ese rol de embajadora y comunicadora de las bondades de mi ciudad, me encantaba.

Ser modelo

“Yo aún no había pensado en modelar. No, no estaba en mí esa idea pero bueno había hecho un curso de modelaje en Luján, porque quería aprender un poco a caminar, a pararme, para salir de la timidez… Pero quedó ahí, como un curso. No lo tenía como algo a futuro. Mi mamá me llevaba a modelar la ropa en Mercedes, pero nunca me imaginé saliendo de la ciudad. Y en una fiesta nacional de la ciudad Dolores se acercó un representante de una agencia de modelos.

Primero estábamos un poco temerosas, pero me pasó una tarjeta y empezó el cambio de planes y proyectos. Estudié varios años de Psicología, pero a la par trabajaba como modelo en Buenos Aires, en la agencia de Pancho Dotto, en la época de los concursos. Y en la agencia de Raquel Patraña, había llegado a un casting de la dueña de una agencia de México, y salí seleccionada. Así que ella me invitó a trabajar como modelo en México.

Ya después de varios años dejé de trabajar en el rubro. Empecé la carrera de gastronomía. Con mi esposo empezamos otro proyecto. Del modelaje tengo muchos recuerdos, épocas lindas, incluso de ciudad de México, amigos de Argentina, Brasil. De varios lugares. Mucho contacto con varios. 

Yo me dedicaba a los desfiles de modas por mi altura, que es 1,80 m. Pero sí hice publicidades para Carlos Rossetti, hice otras en Argentina… Pero más me dedicaba a la etapa de los desfiles, no tanto a la campaña de imagen”. 

Nuevo emprendimiento

“Empezamos con mi esposo un nuevo emprendimiento cuando nos fuimos a San Miguel de Allende. Formamos un Irish Pub. Nosotros siempre contamos en Argentina con bares irlandeses, sobre todo en aquella época en Buenos Aires. Y acá en México era un poco diferente esa parte. En el interior del país no había bares, sino restaurantes o antros, que son las discotecas. Pero no un pub. Siempre decimos que nuestro lugar es la extensión de tu casa, un lugar donde podés ir y disfrutar de buena música, de buenas imágenes, estar inmersos en la cultura irlandesa, que es lo que decidimos llevar a cabo. Aprendimos muchas cosas, qué hacer y qué no hacer. Como por ejemplo: llevarte muy bien con un grupo de amigos para abrir un bar. Es como una ilusión y un juego, porque al tener tanta confianza, con personas que uno quiere mucho, cuando funciona bien está todo perfecto pero cuando aparecen desacuerdos, y encima éramos 5 socios, o sea éramos muchos, entonces, o dejás de lado la parte laboral o la de la amistad. Así que es importante empezar un negocio con gente que tenga experiencia o que no sea tan cercana… 

Estuvimos en San Miguel de Allende, pero vinimos para acá porque allá había un público más bohemio, y ya no apuntábamos a eso. Empezó una nueva aventura, diferente. Y ya llevamos casi 20 años con el negocio, y hace 3 años abrimos una nueva sucursal. Tenemos muchos clientes mexicanos pero también extranjeros. La gente busca mucho lo que son los pubs, a diferencia de lo que es un bar. 

Lógicamente tenemos un gerente de mucha confianza, que está a cargo de las sucursales, hay encargados en cada una de sus áreas, entonces nosotros hacemos la parte administrativa, operacional, y de contacto de proveedores. Es un negocio en el que tenés que estar muy al pendiente de todo, porque todo lo que es servicios y la atención al cliente, necesita capacitación… 

Tratamos de que el cliente se sienta como en el living de su casa, un contacto más cercano con los mozos… Tenemos abiertos de lunes a sábados y ahora la sucursal del centro se está mudando enfrente de los arcos, donde están los acueductos, y ahí abrimos todos los días. Trabajamos desde muy temprano y hacemos lo que es pedidos, cobrar, proveedores, lo administrativo, pero después empieza la atención al cliente, y aquí se cierra a las 3 am. Al principio lo hacíamos a medida que crecíamos, pero sí es un trabajo cansador porque no parás en todo el tiempo, y si pasa algo el gerente nos llama.

Y además tenemos una cava de whisky, la más grande de todo México, con más de 450 etiquetas, y tenemos whiskys de todo el mundo.

Saludo Final

“Gracias a vos Fernando por este contacto, le mando un beso grande a toda la gente de Mercedes. Tengo un hermoso recuerdo y amo ir cada vez que puedo. Le mando un saludo a las guapas incondicionales, que estamos siempre a pesar de la distancia. A mi mamá Maria Helena y a mi papá Alcides, a mis hermanos Graciela, Luis, a Pepo, a mis sobrinos, a mis cuñados… Tenemos una familia muy grande, me podría pasar horas hablando de ellos. Una de mis sobrinas está en Italia, y le hiciste la entrevista a Julian, que está en Italia. Mis hermanos están en Mercedes con mi familia. Tengo los mejores recuerdos de mi infancia. Que sigan construyendo esa ciudad que cada vez que voy está más bella, arreglada, y eso que la vemos una vez por año, podemos ver el crecimiento. Hay mucha gente talentosa que sale de Mercedes. Muchas gracias por este contacto. Me encanta poder acercarme a la gente de allá con la que no tengo un trato diario”- concluye. 

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