El doctor Sebastián Nicolau, integrante del servicio de Neurocirugía del Hospital Blas L. Dubarry, quiso hacer pública a través de la red social Facebook la historia de Maitena, “mi pacientita de 4 años de edad”, como la definió. Relata entonces que el pasado jueves 14 de marzo, pasadas las 23 horas, “Maite llega a la Guardia del Dubarry tras haber padecido un accidente vehicular, donde es recibida por las pediatras Jesiree Colina y Bárbara Velazco junto al equipo de Enfermería. Al ver que la paciente se encontraba con un deterioro neurológico grave, se comunican conmigo para que me acerque a la Guardia urgente”, señala. Durante ese lapso, Maite fue intubada. “En el hospital no disponemos de Terapia Pediátrica, por esta razón llamamos al doctor Diego Arzani quien llevó cabo el sostén de la paciente conectada al respirador”, agregó. Una vez estabilizada pudieron realizarle una tomografía, “allí se evidenció que tenía un hematoma subdural agudo y contusiones cerebrales que le generaban hipertensión endocraneana (un coágulo de sangre que apretaba mucho su cerebro, el cual además tenía bastante presión por tener pequeños hematomas producto del golpe del cerebro contra el hueso)”, continuó en su relato. “En ese momento, viendo lo grave y agudo del cuadro decidimos realizar la intervención quirúrgica de urgencia”, añadió. La narración continúa y destaca que en la Guardia se encontraba el jefe de quirófano, el doctor Sebastián Arambarri quien llamó al doctor Walter Crema y en el transcurso de 20 minutos gestionaron que se encontrara en el hospital todo el equipo de quirófano (Pamela Granussi y Soledad Boragno como instrumentadoras y la doctora Marina Siri como anestesióloga). Se realizó una craniectomía descompresiva y la evacuación del hematoma (se retiró un gran fragmento de cráneo para disminuir la presión dentro de la cavidad craneana y se retiró el coágulo de sangre que generaba la presión externa). Luego de la cirugía de aproximadamente dos horas y media, la paciente pasó a la terapia de adultos nuevamente bajo el control del doctor Arzani y de allí fue derivada de urgencia, con una unidad de terapia intensiva pediátrica móvil, hacia el Hospital Garrahan. “Fue un gran trabajo de equipo, coordinación y predisposición, lleno de excelentes profesionales que trabajaron en conjunto para dar un hermoso resultado”, dijo el facultativo. El posteo cierra diciendo, “el Hospital Público una vez más, es garantía del derecho al futuro”. Como se aprecia en la imagen, es otra historia con un final feliz.