Todas las Sesiones Ordinarias tuvieron participación vecinal. En la última una entidad gremial cuestionó dichos de un concejal y la oposición puso el grito en el cielo. Le apuntaron a Presidencia. Mariana San Martin dice que no esconderá las bancas y que ninguna fuerza se opuso a esa solicitud.

“Como presidenta no voy a esconder las bancas participativas”, aseguró la presidenta del Cuerpo, Mariana San Martín, tras algunas criticas efectuadas por concejales opositores. Protagonistas realizó consultas respecto al crecimiento de esta herramienta de participación y encontró algunos reproches por su supuesta utilización política, especialmente en la sesión del pasado lunes donde hay quienes creen que el concejal Gustavo Mangoni fue “escrachado”. Desde esta redacción hicimos llegar a diferentes integrantes del Cuerpo un mensaje para que opinara sobre la cuestión. Algunos de ellos fueron duros y le apuntaron a la titular del Concejo. “Todos los pedidos de bancas participativas los tenemos en cuenta. Los lunes, previo a la sesión y en labor parlamentaria damos aviso a través de la Secretaría de las bancas solicitadas. Se ponen a discusión y hasta ahora nadie se opuso, cosa que pueden hacerlo”, consideró San Martín dejando entrever que todas las bancas que existieron fueron posibles por la totalidad del Cuerpo y no por decisiones unilaterales de Presidencia. No obstante, como autoridad que debe ordenar la sesión, la presidenta dice que, si es necesario llamar la atención a alguno de los exponentes porque no respeta la normativa o los reglamentos, lo hace. “Como presidenta no voy a esconder las bancas participativas”, reitera.

Críticas

Sin embargo, tras la banca utilizada por el Sindicato municipal hubo voces disonantes de ediles de la oposición. La presidenta de la bancada de Juntos, Evangelina Cabral, considera que, si bien es una “herramienta muy buena que tienen los vecinos para hacer oír su voz sobre reclamos y problemas que viven”, el pasado lunes sintió preocupación. “Se usó la banca para amedrentar e intimidar a un concejal, para hacer manifestaciones sobre su vida privada, se lo estaba juzgando por sus dichos. Aparte de esto había detrás de la barra un empleado municipal que ya fue condenado por las agresiones que sufrimos los concejales de Juntos en 2018, amenazando, gritando insultos y haciendo ademanes muy agresivos”, señaló. Cabral dice incluso haberle manifestado a la titular del HCD sobre la situación, “porque es quien debe velar por la seguridad de los concejales, de los empleados y de todos los presentes”. El concejal Martin Bossi, en igual sentido, aseguró que hechos como el vivido en la sesión del lunes, le hacen perder la razón de ser a la banca participativa, “es muy grave que se utilice para intimidar o escrachar a un miembro del Concejo… es antidemocrático y grave”, reveló. También consideró que la presidenta del Cuerpo es la responsable del correcto transcurrir de las sesiones. “La banca más utilizada es inaceptable”, consideró Bossi. Por su parte el libertario Mauricio Pollacchi entiende que algunas bancas “son puestas en escena armadas por el oficialísimo local, las usan para amedrentar e intimidar al Cuerpo sin ningún tipo de control por parte de la Presidencia, ni en el tiempo que debería ser máximo de 10 minutos, ni en las formas…”. El edil reflexionó, “espero que en algún momento se den cuenta que la sociedad espera otra cosa de sus representantes…”.

Más opiniones

Fuera de esta situación la mayoría de los concejales entienden que la banca participativa es una herramienta muy válida para la participación vecinal. Pero también observan que es un último pedido de solución, no un problema que ya tramitaron por otras vías y no lo consiguieron. “En muchos casos cuando no hay respuestas del Ejecutivo la gente busca el Concejo como caja de resonancia”, dice Edgar Kilmeatte quien fue concejal hasta diciembre último. Otro concejal mandato cumplido opina en igual sentido. Carlos Mosso considera muy positivo que los vecinos se animen a hacer uso de la misma. “Cuando el ciudadano llega a ese punto es como un extremo, siente que las gestiones que hizo no dieron sus resultados, entonces lo último que le queda es la banca participativa. Triste al mismo tiempo, porque llegar a la banca es que todo lo anterior no dio resultado”, aseguró. La mirada de los oficialistas enfoca al crecimiento de las bancas a la conflictividad que genera el actual Gobierno nacional. “Aumentaron con las políticas nacionales que perjudicaron a varios sectores y encontraron en el Concejo donde poder expresarse, creo que el aumento tiene que ver con lo nacional”, dice Fernando Masson de Unión por la Patria. Julián Inzaurgarat considera que muchas decisiones de Nación afectan a la comunidad mercedina y por eso hay más pedidos de bancas. Andrea Bozzini también observa que el hecho de no poder interactuar los concejales con los exponentes, a veces complejiza las cosas, “porque en ocasiones los planteos exceden a la competencia del Concejo”, dice. La opositora Débora Lacasa también observa ese aspecto, “el crecimiento tiene que ver con una dinámica de una política que está siendo vertiginosa en cuanto a transformaciones”, destaca. Lo cierto es que las bancas participativas han agitado las aguas en el Concejo Deliberante. No es una herramienta nueva, lleva su tiempo, pero inexorablemente en este período ordinario se han transformado en algo más frecuente.

DEJA UNA RESPUESTA

Pone tu comentario
introduzca su nombre