El joven escritor cautivó a un selecto auditorio que colmó el salón de actos de la Cooperativa de Agua Potable la noche del miércoles 7, fecha elegida en coincidencia con el 26 aniversario de la partida física de su abuelo “Coqui” Iribarne.
El hijo del director de Nueva Tribuna se mostró muy feliz de poder compartir este tercer libro doble EXILIOS: Miserias y Adoraciones, creado a partir de sus viajes y experiencias de vida, con sabidurías y aprendizajes que le dio el camino.
“En esta obra exploro los límites del amor y del dolor, de la vida y la muerte, de la ilusión y la realidad. Está escrito con una pluma bañada en lágrimas y risas, y justamente pone en palabras a través de la poesía, sagrado arte alquímico, la dualidad de la vida. Y es muy importante para mí por los procesos que viví a fines de 2022, en un viaje a México, donde estaba con mi familia, en mi mejor momento, pero de repente, todo lo que había construido se veía en pausa, detenido, derruido, acechado. La frialdad indiferente del desamor clavó su espada en mi pecho, y con la sangre que brotó de mi corazón, antes de volver a morir, escribí sobre un cuaderno mis cantos a la derrota. De la Miseria pude hacer flores esbeltas y sublimes, que son estos poemas como emblemas de la desesperanza y los aprendizajes de la soledad. Al reabrirse mi herida primaria, tuve que volver a recluirme en mi interioridad, para sanarme y compartir al mundo mi propia experiencia, mi camino personal de Transmutación. Ese camino arduo y doloroso tuvo el apaciguamiento, la caricia de la poesía, que como una madre me cuidaba mientras aprendía a parir estos acomplejados versos de un alma en proceso de sanación. Sumido en el dolor, tuve que aprender a ceder y a aceptar, una vez más, lo que estaba viviendo”.
«La poesía cura y sana el alma: la palabra es canal de expresión para el necesitado corazón» subrayó el poeta que sorprendió en la interpretación final a dúo con su novia Macarena, uno de sus apreciados trabajos literarios.