Sabores exóticos y sorprendentes que pueden hacer la delicia de cientos de platos.
Quien quiera que piense que cocinar con flores es algo novedoso o extravagante no tiene más que acercarse a los recetarios de la cocina andalusí para percatarse de que existen innumerables alusiones al uso de las flores en la cocina. Si nos remontamos unos siglos, comprobaremos el empleo culinario de las flores en culturas como la romana, la griega o la hindú. Además de un agradable sabor y aroma, las flores hacen más atractivos distintos platos, vinos y licores.
– Algunas flores se pueden secar para usar fuera de temporada, como la lavanda, el brezo o las rosas.
– La mayor parte de las flores se pueden conservar en frío, y aguantan frescas y en perfecto estado durante una semana.
Ejemplos de platos exóticos y sorprendentes
– Los pétalos de rosas recién cortados, dorados en la sartén sin una gota de aceite y espolvoreados con azúcar hasta quedar escarchados. En países como Argelia o Túnez se emplean para perfumar platos como el cus cus y ciertos guisos de cordero. Su agradable aroma, su belleza y su sabor dulce los convierten en un atractivo ingrediente. Hoy día, se emplean frecuentemente en ensaladas acompañadas de frutas. Cuanto más perfumadas sean las rosas, más sabor y más olor dejarán en el plato.
– Las ensaladas de pétalos de crisantemo o de magnolia, flores de jazmín y de hibisco son ideales como guarnición de las aves y los pescados.
– Las flores de jazmín son muy utilizadas en Indonesia para perfumar platos de pollo y otras aves.
– La flor de menta, de tomillo o de cebollino combinan estupendamente con el pescado.
– En Europa, las flores se usan básicamente para aromatizar bebidas. En las ensaladas, se limitan a decorar, aunque cada vez es más frecuente encontrar mantequillas compuestas que se condimentan con pétalos de flores de jazmín, de naranjo o de limonero.
– Las capuchinas, unas de las más utilizadas desde antiguo, debido a su sabor algo picante al principio recibían el nombre de berros de las Indias. Se emplean en ensaladas y combinan muy bien con perejil, estragón y cebolletas.
– Las violetas combinan especialmente bien con las endibias y como relleno para tortillas. De sabor suave y delicado, se pueden consumir frescas, secas y confitadas.
– La flor de lavanda puede añadirse al conejo, al pollo y al arroz, así como emplearla para elaborar dulces y helados.
– Las caléndulas eran muy apreciadas en la antigüedad por sus cualidades comestibles en La India, Grecia y algunos países árabes. Por su ligero sabor amargo, la caléndula se empleaba, junto con sus hojas, para aromatizar caldos y bebidas.
– Los dulces de pétalos de rosa y de flores de cítricos son también una posibilidad de utilizar y se puede reemplazar el azúcar por endulzantes naturales para los diabéticos u otras dificultades de salud
Tengamos en cuenta que la cosmética natural y la medicina utilizan muchas flores y especias para resolver necesidades de los humanos.