Alejado de la política en la actualidad, José Cestari fue uno de los impulsores de la última exitosa experiencia vecinalista que tuvo Mercedes. Ese éxito puede medirse con resultados electorales, puesto que, en 2013, en comicios legislativos, obtuvieron una cantidad de votos que les permitió acceder a dos bancas del Cuerpo Deliberativo.

Algo como eso no sucedía desde el inicio de la nueva etapa democrática con el Movimiento Vecinal Mercedino, aunque con características absolutamente diferentes. Pues Ramón Bereterbide, el mentor de ese MoVeMer, había sido comisionado hasta que fue reemplazado por Julio Gioscio en 1983. Eso le permitió obtener 4 bancas en el Cuerpo Deliberativo y una en el Consejo Escolar. Debe tenerse en cuenta que se votaba la totalidad del parlamento.

Ya en 1985, con la renovación parcial del HCD, el MoVeMer consigue sostener dos bancas y más tarde se convertiría en la UCEDE. No hubo otras experiencias con buenos rendimientos. En el ´91 la Unión Vecinal Mercedes Familia que propiciaba a Jorge Renzelli como candidato a intendente y primer concejal, contó con escaso apoyo. Era una elección de cargos ejecutivos. Difícil escenario para los vecinalismos.

“Creo que el vecinalismo es importante para que haya diferentes expresiones o ideas políticas en el contexto local… que le den más relevancia a las problemáticas locales. Es una expresión democrática con mucho sentido de pertenencia que se logra a través de una construcción a diario”, dice Cestari en diálogo con Protagonistas.

El concejal reflexiona sobre cómo nacen esos vecinalismos. En su caso no desecha como una de las motivaciones, desencantos con sus espacios políticos a nivel provincial y nacional. En su caso particular fue con el ARI de Lilita Carrió, fuerza que le había permitido llegar al Concejo en 2005.

“Un municipio es la patria chica, donde uno vive y se arraiga. Estas ideas del vecinalismo me parecen importantes, construir desde el ámbito vecinal, dialogar y consensuar. Pero su armado lleva tiempo y esfuerzo, como también mucho compromiso”, expresa el docente. Aquel derrotero comenzó en 2011 y se ilusionaban con aquella experiencia de Bereterbide para pensar en una buena performance electoral. “Había pasado mucho tiempo, veníamos de frustraciones nacionales, entonces decidimos hacer todo el trámite administrativo para participar, con mucha participación de la juventud, por eso los presidentes del MIC siempre fueron jóvenes”, agregó.

Considera que las elecciones legislativas, como es 2025, no tienen arrastres importantes de los principales candidatos de las distintas propuestas provinciales y nacionales, “nuestra campaña invitaba a cortar boleta, y el corte nos favoreció…”. Era el año 2013 y el MIC obtenía dos escaños que iban a ocupar José Cestari y Juan Carlos Badano. Un logro importante en términos políticos. A la siguiente legislativa volvieron a intentarlo sin demasiado apoyo.

Los vecinalismos dependen de muchos factores: quiénes son los candidatos que lo representan, quiénes son adversarios, cuál es el clima político nacional, provincial y local, y qué estructura pueden conformar para la “vigilancia” del proceso electoral. Existen experiencias exitosas y otras no tanto. En el 2025 parece que habrá un nuevo intento.

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