El concejal mandato cumplido Carlos Mosso, ha realizado algunas presentaciones al Cuerpo Deliberativo como peticiones particulares. Las mismas fueron dirigidas a la presidenta del HCD, Mariana San Martín, y una de ellas se relaciona con la situación del inmueble de calles 14 y 43, donde en alguna oportunidad supo estar la sede de la Federación de Sociedades de Fomento de esta ciudad.
“Desde hace algunas décadas, al menos algunos vecinos que fuimos orgullosamente fomentistas, sabíamos que la Comisión de la Federación de Sociedades de Fomento, tenía a su cargo una propiedad ubicada en calles 14 y 43”, comienza diciendo Mosso en su presentación.
Tras ello afirma que “nunca pudimos acceder a la documentación que acreditaba a quién pertenece realmente dicho inmueble, siempre fueron versiones, aunque reitero, hace décadas atrás unos pocos integrantes de la federación de ese entonces, iban a cortar el pasto y mantener lo que hoy está en estado deplorable, abandonado, sin techo, el interior está cubierto por vegetación… la poca tirantería de pinotea desapareció y su vereda ya se torna intransitable y riesgosa…”. Concluye en que poco le sirve a la comunidad tener esa construcción en el estado que describió.
También afirma que, desde hace varios años, intuye que desde el 2016 aproximadamente, la federación mencionada “no existe más”. El exconcejal sostiene que caducó el mandato de la última comisión y nunca se volvió a activar o a poner en funciones mediante llamado a asamblea “para renovar autoridades y rendir cuentas, tema que también sería interesante que el Legislativo promueva mediante el área que corresponda, el llamado a asamblea convocando al último presidente, Carlos Romero quien hoy es empleado municipal encargado de la cuadrilla de bacheos”, menciona.
Por otra parte, alerta sobre posibles situaciones de inseguridad. “La propiedad abandonada puede convertirse en un lugar de reunión para personas que realizan actividades ilícitas, lo que puede aumentar la delincuencia en la zona”.
Argumenta que la propiedad abandonada afecta negativamente el entorno urbano, lo que puede disminuir el valor de las propiedades en la zona “incluida la imagen negativa que esto produce. La recuperación de la propiedad abandonada, de ser municipal, podría beneficiar a los vecinos de la zona, ya que se podría utilizar para crear un espacio verde, un área de recreación, alguna dependencia social, educativa, salud…, incluso venderla y utilizar ese recurso para algún beneficio a su consideración, y en el caso de ser privada, que el o los propietarios puedan hacer un mantenimiento adecuado para beneficio de la barriada, incluso el pago de tasas”, añade.
De allí que le pide al Concejo que investigue sobre quién o quiénes son o serían propietarios de este inmueble en estado de abandono “y a partir de ahí poder decidir sobre el futuro inmediato de la «ruina» en cuestión”, concluye.