El exdiputado nacional e intendente del Partido de Mercedes, Carlos Selva, mantuvo entrevistas con algunos medios de prensa en los que realizó una reflexión sobre el presente político del país, fue crítico con el Gobierno de Javier Milei y llamó a la dirigencia peronista “a retomar la autocrítica y la construcción de consensos para recuperar protagonismo”.
Selva sostuvo que el peronismo es el partido que debe garantizar que el Estado sea «el ordenador social más importante». En tal sentido cuestionó duramente el enfoque del actual Gobierno nacional, al que calificó de “cipayo”, de “no cuidar nuestra identidad nacional, ni nuestra soberanía ni nuestra independencia”.
«Lo que no podemos abdicar bajo ningún punto es que es el Estado el que tiene que producir los equilibrios. Si el Ministerio de Trabajo no está para equilibrar la diferencia de fuerzas, entonces claramente se tomó partido por los sectores de poder económico», expresó el exintendente.
Para Carlos Selva, cuando se le preguntó por las internas de la oposición señaló que “el personaje más peligroso de todos es Milei. No cree en el Estado, ni en las instituciones ni en la división de poderes. Lo suyo es una vocación de monarquía. Él y su hermana creen que todo lo demás está de más”.
Durante la entrevista radial en LV11 de Santiago del Estero, Selva aseguró sobre la crisis partidaria que atraviesa el peronismo, “nos faltó conducción y unidad. El peronismo se fue disgregando por la falta de conducción en muchos distritos. Hoy nos estamos peleando y eso, lejos de reproducirnos, puede llevarnos a romper la estructura misma del peronismo”, advirtió.
A días del Congreso Nacional del Partido Justicialista (será este martes), Selva anticipó que se tratarán temas institucionales y las intervenciones en partidos provinciales, pero pidió que el peronismo recupere una mirada estratégica: “Tenemos una gran responsabilidad de construir una alternativa que la sociedad mire con expectativas. No podemos seguir especulando ni negando nuestras propias responsabilidades”.
Sobre la gestión de Alberto Fernández remarcó. “Fue un error decir que todo fue un fracaso. Hubo cosas que no funcionaron, pero no toda la culpa es de Alberto. Muchos dirigentes no se hacen cargo de lo que les tocó hacer. Hay un facilismo para deslindar responsabilidades que nos termina perjudicando a todos”, concluyó.