No sucede solo en el radicalismo. El escenario es parecido al de otras fuerzas políticas cuando los cronogramas ingresan en el tramo final para las fechas de cierre de listas. La situación es bastante normal: todos coinciden en la unidad, pero cuando hay que ponerle nombre a los cargos empiezan los desencuentros y los tironeos.
La UCR sigue buscando definiciones en cuanto al cierre de alianzas o frentes en terreno provincial. Pero en el distrito tratan de ganar tiempo para que el calendario no se torne acuciante en momentos donde los tiempos se agotan.
Hace pocos días se anunció la creación de una nueva agrupación, que entre otros conforman dirigentes de relevancia de la UCR. Juan Antonio Portesi, Javier Etchart, Sofía Marino, Débora Lacasa y Tito San Martín entre otros.
Este lineamiento quiere estar en la mesa de discusión y si bien afirman desde su seno que no reclaman cargos, buscan que los candidatos a presentar, sean producto de una renovación dirigencial que pueda entusiasmar al electorado. Consideran que ese material está en la juventud.
Los miembros de Centro Radical dejan entrever que ya existieron contactos que no llegaron a buen puerto. Prueba de ello son recientes declaraciones de Juan Antonio Portesi a Radio Universo, donde expresó cierto descontento con el camino hacia las definiciones.
“Hay mucho hermetismo desde la mesa de conducción del comité. No se sabe nada. El martes que viene recién será la convención provincial, y aún la conducción no dio señas de cómo conformará la lista en Mercedes”, dice Sofía Marino sobre la conducción que tiene como presidenta a Karina Larregina.
“El Centro Radical 1983 no reclama espacio, sino que le solicita a la conducción amplitud en la discusión, para que el radicalismo sea una opción competitiva, tanto para los vecinos como para lo interno del comité. Estamos apuntando al llamado del partido para conjugar la renovación y la experiencia, y mostrarle al electorado una opción que realmente esté trabajando en la solución a los problemas de la gente. Hay que recuperar una UCR donde exista el debate político, y las ganas de trabajar puertas afuera del local”, agregó la dirigente.
Miembros de este centro aseguran que, desde la conducción radical local, pretenden que exconcejales sean los que ocupen los lugares expectables, siempre pensando en una elección de la UCR que alcance el piso para acceder a una banca, cuestión que muchos consideran un hecho “épico”. Las diferencias están claramente planteadas, “insistir con los mismos o dar espacio a otros dirigentes, en esas bandas se plantea la discusión que por ahora vemos bastante cerrada”, aseguraron a poco más de 10 días del cierre de las listas.