Las lluvias de la pasada semana volvieron a impactar en la comunidad. Aunque no hubo evacuados, la intransitabilidad de calles en algunos barrios motivó la bronca de vecinos, exteriorizada en redes sociales. La situación también se metió en la campaña preelectoral.

Las intensas lluvias que azotaron la región entre martes y miércoles de la pasada semana provocaron nuevamente el desborde del Río Luján, sumiendo a Mercedes en un escenario de calles aledañas al río intransitables, áreas de movimiento clausuradas y un flamante paseo turístico bajo agua, desatando la indignación de los vecinos que reclaman soluciones estructurales y denuncian lo que consideran una clara diferencia con Luján en materia de obras hidráulicas.

La reciente y fuerte precipitación, que acumuló más de 110 milímetros desde la noche del lunes, motivó el desborde del río en varios sectores del partido. Esta emergencia climática, entre otras urgencias, obligó al Aeroclub Mercedes a suspender sus actividades desde el 20 hasta el 23 de agosto por razones de seguridad, debido a que el agua anegó el área de movimiento e impidió el normal desarrollo de las operaciones aéreas.  Desde la Comisión Directiva del Aeroclub, señalaron que el cierre fue temporal, pero necesario, priorizando la seguridad y el cuidado de las instalaciones.

En la ciudad, las precipitaciones volvieron a dejar en evidencia los problemas estructurales crónicos: calles anegadas, barro y vecinos que señalan en redes sociales, sentirse abandonados por la falta de obras en los barrios. Sectores como el Puente Amarillo, el Parque Municipal, la intersección de las calles 29 y 70, y el barrio Peñaloza sufrieron anegamiento de calles, lo que llevó a la implementación de cortes preventivos de tránsito. También en barrio Obrero, vecinos se quejaron de problemas habituales en el anegamiento de calles, ante cada lluvia.

Un claro símbolo de esta situación es el nuevo Paseo de la Ribera, una obra pensada como atractivo turístico y recientemente inaugurada, que quedó completamente sumergido. Incluso la canchita de césped sintético del paseo quedó bajo agua. La agrupación política Somos Buenos Aires, tras recorrer las zonas afectadas, advirtió que estas escenas se repiten por la ausencia de infraestructura adecuada y calificó la situación como una «desidia» que afecta la seguridad y calidad de vida de los mercedinos, instando a encarar soluciones de fondo.

Ante la emergencia, la Municipalidad, bajo la coordinación del intendente Juan Ignacio Ustarroz, activó el Comité Operativo de Emergencia (COE). Aunque la situación se mantuvo bajo atención permanente, las autoridades informaron que no se registraron evacuados ni autoevacuados.

La responsable de Protección Civil, María Agustina Loré, explicó que el río fue drenando bien en Luján, pero la gran cantidad de agua caída genera desbordes en el llano.

El enojo y la bronca de la comunidad fueron palpables. Vecinos de distintos puntos de Mercedes manifestaron su malestar con el intendente Juan Ignacio Ustarroz, cuestionando la ausencia de soluciones de fondo en pavimento y desagües.

Obras desiguales

La desigualdad de la misma cuenca es un punto de fuerte controversia. Mientras en Luján, aguas abajo, las obras hidráulicas de mayor envergadura – como el ensanchamiento del cauce, la construcción de puentes y muros de contención – permitieron que el agua escurriera sin alcanzar niveles de catástrofe, en Mercedes, el enfoque en un paseo turístico ha dejado a la ciudad expuesta. Este contraste genera malestar y suspicacias políticas entre los vecinos, quienes se preguntan si Mercedes quedó relegada para que Luján pudiera mostrar resultados, especialmente considerando que el gobernador Axel Kicillof y los intendentes de ambas ciudades pertenecen al mismo espacio político. La sensación general es que la ciudad «aceptó» quedar expuesta a estas crecidas.

Los reclamos no se limitan a las inundaciones generales. Vecinos de la calle 11 prolongación también expresaron su malestar por la paralización de obras aprobadas por el Concejo Deliberante para mejorar el acceso a la Escuela Primaria N° 19. Denuncian que, a pesar de que el proyecto fue votado y la piedra pagada, los trabajos quedaron inconclusos, avanzando solo en un tramo parcial. Los frentistas señalan que la alternativa de acceso por la calle 168 es un trayecto peligroso de más de dos kilómetros que deben recorrer docentes, alumnos y familias, poniendo en riesgo a la comunidad. Adicionalmente, denunciaron que se habría solicitado un aporte económico a productores de la zona para completar una obra que ya debería estar financiada. La concejal Inés Ghione también ha cuestionado al Concejo Deliberante y reclamado mayor atención a los problemas locales.

La lluvia ha vuelto a poner en agenda una deuda histórica para Mercedes: la necesidad de garantizar calles transitables y un plan integral que dé respuestas definitivas a toda la comunidad frente a fenómenos climáticos que, lejos de ser excepcionales, se han vuelto recurrentes.