No habían transcurrido ni dos días de las elecciones legislativas. Apenas algunas horas y desde La Libertad Avanza ya nacieron candidaturas para la Intendencia de Mercedes en el 2027. Dos dirigentes se pusieron el traje para empezar a pensar en un horizonte que en principio observan favorable.

Como ya hemos dicho, la política tiene su dinámica y nunca son buenos los juegos con demasiada anticipación, pero desafiando esas reglas tanto Mauricio Pollacchi como Evangelina Cabral, expresaron sus deseos de ser la principal figura de las listas para la elección ejecutiva que viene.

Por cierto, para cualquier opositor es mucho más simple decir quiero ser, no así para la dirigencia oficialista que tiene aun dos años por delante con el mandato de Juan Ignacio Ustarroz, quien, por cuestiones legales, estará impedido de ser reelecto en ese cargo. Por ello y con el viento que sopla bien, ambos vecinos sinceraron el quiero ser.

Retomando esas cuestiones de la anticipación y la dinámica, para Pollacchi, hace algún tiempo, el camino parecía no tener demasiados escollos. Con el PRO en otra vereda y coordinando el distrito para los libertarios, era número puesto. Pero esa dinámica a la que hacíamos referencia hizo que las huestes amarillas se tiñeran de violeta sin ponerse en la misma vereda, y que su lineamiento perdiera terreno a manos del excandidato a intendente Rafael Velásquez, que podría ser el tercero en discordia.

A esto debemos sumarle una cuestión que en el seno de las discusiones libertarias no pasa desapercibido, aunque poco se habla públicamente. La elección provincial de septiembre puso en jaque cualquier armado libertario provincial. Mucho más en la Primera Sección Electoral donde la performance “violeta” no fue la esperada. Por lo bajo esta cuestión se celebraba.

Con ese panorama la conducción de Ramón “Nene” Vera comenzaba a debilitarse y “las fuerzas del cielo” se frotaban las manos. Pero antes que puedan cantar victoria, La Libertad Avanza se recuperó. En 50 días volvió a ser vigorosa en ese entramado bonaerense. De hecho, Andrea Vera, hija del dirigente de Moreno, se convirtió en diputada nacional. ¿Todo quedó como era antes? Una interesante pregunta.

Pollacchi contó los votos locales y sacó cuentas para pensar en el futuro no tan lejano. Pero Evangelina Cabral también sacó credenciales. Sus deseos de ser la titular del Ejecutivo no son nuevos. En el 2023 y después de ganarle la interna a Noelia Ruiz, se convirtió en la intendenciable de Juntos por el Cambio. En la elección sucumbió ante la excelente elección de Ustarroz quien obtuvo mas del 52 por ciento de los votos contra un pobre 25 por ciento “amarillo”.

Para los armados provinciales o seccionales, las victorias legislativas cuentan, pero no tienen el peso específico de las ejecutivas y en ese aspecto Pollacchi saca algunos pasos de ventaja al no haber tenido aún esa prueba de fuego que sí tuvo la expresidenta del Concejo Deliberante en la última elección que solo permitió que el radicalismo se quedara con las dos bancas que obtuvo aquella alianza.

En declaraciones a la prensa Cabral, además de expresar su intención de pelear por el cargo, reclamó “diálogo y unión” entre quienes buscan el mismo objetivo. No quedó claro si ese objetivo es ganar o mantener buenas relaciones con aquellos que quieran postularse. Si se refirió a la segunda parte será una tarea por delante, dado que en la actualidad los canales de comunicación entre un sector y otro se encuentran bloqueados, máxime cuando los ediles del PRO decidieron saltar a un nuevo bloque libertario desprendido del original. Esa decisión derivó en duros cuestionamientos por parte del propio Pollacchi que definió la decisión como una “chantada” y los tildó de oportunistas.