La artista plástica Marcela Brown realizó un escrito frente al fallecimiento de Quita Saavedra, esposa del artista Octimio Landi y guardiana de su obra. En la misma se pregunta, ¿A dónde irá su luz?

Cuenta que a Quita Landi la conoció personalmente cuando fue coordinadora de museos de la ciudad. “Quita fue un ser de luz, una mujer sencilla, con la que podías hablar de todo. Con poca familia, pero llena de amigas y amigos que la cuidaban, protegían y acompañaban, y a quienes ella abrigaba como a hijos. Esos hijos que no tuvo con el amor de su vida: Octimio Landi «Chichí»”, destaca.

Luego remarca que desde la muerte de su esposo se convirtió en guardiana de su obra, “cuidando cada escultura, pintura, grabado, dibujo, máscaras, infinidad de obras que habitan su casa. Es que Landi proyectaba y vivía arte y eso se siente al recorrer la casa de calle 39. La vigilia de esta guardiana duró muchos años, creo, contra todo pronóstico”.

Agrega que en esos años por la casa pasaron alumnos, artistas, periodistas de gráfica, radio y televisión, que le hicieron notas y filmaron la obra de su marido. “Ella feliz y radiante contaba cómo lo había conocido, su forma de trabajo, el proceso creativo, los premios, los lugares de la ciudad donde se emplazan algunas esculturas, sin perder detalle, porque la memoria no le fallaba. Y sin darse cuenta se hizo conocida por su lucha incansable. Aprovechó cada ocasión, para expresar el deseo de su marido: que esa casa se convirtiera en un museo que albergara la obra y lugar donde niños y jóvenes tuvieran talleres gratuitos. Y exhibía el documento legal que da cuenta de ello, aunque le preocupaba que esto no ocurriera luego de su muerte”, relata.

Brown sostiene que se logró proteger la obra a través de la Comisión Municipal de patrimonio CuNa, cuando a través de la Ordenanza 8455/2020 se declaró de interés patrimonial los bienes muebles (obras artísticas) que están en la vivienda. “Esto fue para el centenario del natalicio de Octimio Landi en un emotivo acto en la calle frente a la casa. Se registró toda la obra en un inventario con fotografías, con catalogación. Fue un modo de velar por su conservación, pero esto no significa que la obra le pertenezca al Municipio. Ella quiso donar la obra, pero supo que no podía hacerlo”, narra.  

Cuenta además que para la conformación del museo y los talleres había que esperar su fallecimiento. “El dolor es grande, pero mayor es el compromiso de poder hacer su voluntad, que era la de su marido”, dice Marcela Brown.

En el año 2007 ella había cedido a un familiar el inmueble, con el usufructo vitalicio. El documento determina que “el cesionario deberá permitir el funcionamiento, en el inmueble cedido, de un museo para la exhibición de las obras y pinturas de quien en vida fuera Eufemio Octimio Landi. Dicho museo estará a cargo de una comisión que se formará al efecto y deberá constituirse con fondos propios en un plazo máximo de dos años a contarse desde el fallecimiento de la cedente, y funcionar por el plazo de diez años a partir de la constitución”, informó.

“Son muchos los interrogantes que se plantean, ya que no hay antecedente de un caso igual en nuestra ciudad. En el caso del Museo Míguez, Sofía Míguez, había donado la vivienda al Municipio. Queda un largo camino por delante. Todos esperamos que esa luz y espiritualidad que Quita tenía en vida, nos ilumine y acompañe para poder cumplir su voluntad”, concluyó.

Ph: Nicolás Pousthomis