Una fuerte caída de nacimientos se acentúa y comienza a impactar en el sistema educativo. La falta de niños complica a instituciones públicas y privadas. Decisión municipal generó críticas de padres. Convocan a un abrazo simbólico frente al Palacio Municipal.
La ciudad de Mercedes avanza con la implementación de un «nuevo sistema integral de educación inicial» en un contexto de descenso drástico y sostenido de los nacimientos. La medida, que busca reordenar la oferta educativa y articular los sistemas municipal y provincial, ha provocado una inmediata y fuerte reacción del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), que advierte sobre el cierre encubierto de salas de dos años y la creciente precarización de las condiciones laborales del personal docente en los jardines maternales municipales.
El telón de fondo de esta controversia es un fenómeno demográfico, y según algunos datos que comenzaron a trascender, en menos de diez años, la matrícula en los jardines cayó un 50%. Las cifras oficiales muestran que, mientras en 2015 Mercedes registraba 1.144 nacimientos, en 2024 la cifra se redujo a 571, obligando a repensar la estructura completa del nivel inicial. Esta contracción en la base de la pirámide poblacional se siente primero en los jardines maternales, donde la escasez de inscripciones comienza a dejar aulas sobredimensionadas.
Ante este escenario, la Provincia de Buenos Aires propuso un plan de ampliación de salas y la incorporación de la doble jornada en algunas instituciones, con el objetivo de conformar un Sistema Integrado de Primera Infancia. El gobierno municipal, liderado por el intendente Juan Ignacio Ustarroz, destacó que esta integración permitirá “extender, sostener y mejorar la calidad educativa”. Las autoridades aseguraron públicamente que ningún docente perderá su empleo y que los jardines maternales municipales y Espacios de Primera Infancia (EPIs) se focalizarán en las salas de menor edad y proyectos educativos específicos.
Sin embargo, para el Sindicato de Trabajadores Municipales, el anuncio oficial es un disfraz para decisiones que impactan negativamente en la comunidad. El gremio sostiene que la nueva articulación implica el cierre de las salas de 2 años que actualmente operan con matrícula consolidada en los jardines municipales, forzando a esos niños a pasar a instituciones de gestión provincial.
Evangelina Artaza, secretaria general del STM, cuestionó duramente la manera en que se manejaron las decisiones. Artaza señaló que el Departamento Ejecutivo actuó sin considerar a quienes sostienen el sistema ni a las familias: «Lamento que el Departamento Ejecutivo no nos haya convocado para tener un análisis más amplio del impacto que tiene esto en las familias mercedinas». Además, la líder sindical enfatizó el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos: «Acá son los papás los que eligen dónde mandar a sus hijos al jardín», agregando que con el cierre de las salas municipales «lo que están haciendo es imponerle a los papás el lugar donde deben sus hijos a ser escolarizados». En el Jardín 2, incluso, los padres exigieron al secretario de Educación y a las autoridades que reviertan la situación por la imposición del lugar de cuidado.
El sindicato también alertó sobre la inestabilidad del plantel docente, gran parte del cual trabaja bajo condiciones contractuales frágiles, incluyendo maestras monotributistas. La preocupación es doble: la pérdida de los puestos de trabajo y la falta de consideración hacia la trayectoria de las trabajadoras. Artaza afirmó que es una prioridad «resguardar los puestos de trabajo de las compañeras municipales, de las compañeras monotributistas, porque hace muchos años que ejercen ese rol». La comunicación de la medida a las docentes fue calificada de «violenta», generando una crisis interna: «generó un clima emocional terrible con una de las secretarias internada con presión alta, con todas las compañeras llorando en un colapso de no saber de su futuro incierto».
Convocatoria
En respuesta a la falta de diálogo y la decisión unilateral, las docentes, junto con familias y exalumnos, han convocado a un «abrazo solidario» frente al Municipio este miércoles 19 de noviembre a las 18 horas, con el objetivo de exigir el «no cierre de la sala». La comunidad busca defender un espacio educativo que, durante dos décadas, ha sido reconocido por su calidad y prestigio.
La tensión instalada deja en evidencia que el desafío de adaptarse al cambio demográfico va más allá de un reordenamiento administrativo: requiere la articulación de políticas sociales que garanticen la continuidad pedagógica y, sobre todo, la estabilidad laboral en un contexto económico y social sensible.
Negociación
Fuentes consultadas al cierre de esta edición señalaron que en medio de reuniones que se concretaron la pasada semana, quedó abierta la posibilidad para un nuevo encuentro y seguir analizando la situación.








