Trenes Argentinos relanzó la adquisición de Unidades Múltiples Diésel (DMU) para servicios suburbanos, con el objetivo explícito de reemplazar la flota obsoleta que actualmente cubre el recorrido del ramal Moreno – Mercedes y otros servicios del AMBA. La inversión, cercana a los 300 millones de dólares, busca mejorar la seguridad, la confiabilidad y la eficiencia del transporte de pasajeros en la región.
Trenes Argentinos Operaciones (SOFSA) relanzó la compra de trenes diésel que había sido cancelada previamente en abril. Esta nueva operación, que se realiza mediante una contratación directa por compulsa abreviada, contempla la adquisición de 43 Unidades Múltiples Diésel (DMU). Del total, 36 serán triplas de trocha ancha.
La compra representa una inversión de alrededor de 300 millones de dólares y es la primera adquisición de trenes para los servicios de pasajeros del AMBA desde 2015. Además de las formaciones, la operación incluye la provisión de insumos, componentes y consumibles necesarios para tres años de mantenimiento, así como la documentación técnica y la puesta en marcha de las unidades.
Las unidades de trocha ancha adquiridas están destinadas a varias líneas metropolitanas del AMBA, entre ellas la línea Sarmiento. Es fundamental destacar que las nuevas formaciones serán utilizadas específicamente para cubrir servicios diésel como el Moreno – Mercedes.
Esta adquisición tiene como objetivo central modernizar la flota ferroviaria de estos servicios, que actualmente es considerada obsoleta. Las unidades que serán reemplazadas tienen, en algunos casos, más de 50 años de antigüedad. Al renovar el material rodante, se espera mejorar la seguridad, la confiabilidad y la eficiencia del sistema de transporte de pasajeros que utiliza este ramal.
Los nuevos trenes también cubrirán otros servicios de trocha ancha como Merlo – Lobos, Victoria – Capilla del Señor, Villa Ballester – Zárate, Ezeiza – Cañuelas y Alejandro Korn – Chascomús, entre otros.
cambio de enfoque y diseño
La operación relanzada corresponde a la relicitación de una compra que había sido originalmente desestimada debido a la necesidad de realizar cambios en los pliegos. El contrato original, lanzado en 2022, contemplaba la compra de 50 triplas destinadas a servicios regionales en el interior del país.
Ante la cancelación de varios servicios regionales, la compra fue replanteada y redirigida exclusivamente a los ramales diésel del AMBA. Un cambio importante en el diseño de las formaciones de trocha ancha es que los coches no contarán con baños. Esto se debe a que las unidades se asignarán a recorridos cuya extensión no supere los 150 kilómetros.
La decisión de relanzar esta inversión estatal está influenciada decisivamente por la futura privatización del sistema ferroviario. Los potenciales interesados en las concesiones han manifestado al Estado que se haga cargo de la renovación del material rodante antes de que las líneas sean entregadas. Estos privados argumentan que es imposible recuperar la inversión si tuvieran que costear la compra de material nuevo, especialmente considerando que las formaciones actuales son percibidas como un factor que encarece los costos operativos y aumenta el riesgo de seguridad operacional.
Aunque la compra está dentro de las inversiones prioritarias de la «emergencia ferroviaria», el proyecto de Presupuesto 2026 no incluye partidas para esta adquisición ni para futuras compras de unidades eléctricas. No obstante, esta adquisición se suma a la compra de 3 locomotoras diésel-eléctricas para la línea San Martín por 7 millones de dólares, cuya llegada se estima para enero de 2026, y a la compra de repuestos ferroviarios por 119 millones de dólares para el mantenimiento pesado de formaciones eléctricas.








