Desde hace algún tiempo que los contenedores de basura no solo se desbordan de residuos, sino que se ha hecho una “mala” costumbre poner en los mismos, y si no hay lugar a sus costados, cualquier tipo de residuo. El que se puedan imaginar: electrodomésticos, fierros, escombros, colchones, y sigue una larga lista.

La actitud vecinal causa preocupación no solo en las autoridades, sino también en los vecinos, que deben soportar estas situaciones. Y ya no hay quien se salve de esta situación, es cada vez más común. Muchos vecinos han entendido que se puede hacer y lo hacen.

Desde Servicios Públicos hacen un intento de frenar esa costumbre con un pedido a la comunidad para que tome conciencia. “Desde Servicios Públicos solicitamos a los vecinos y vecinas de nuestra ciudad que no arrojen escombros, fierros, restos de poda, ni objetos contundentes a los contenedores debido a que son destinados únicamente a residuos domiciliarios”, manifestaron desde el área que conduce Luis Ponce.

Se aclara en tal sentido que los camiones no están preparados para recolectar material con ese volumen y peso, “esto atrasa y entorpece el sistema de recolección ya que deben ser vaciados manualmente”, se aclaró. El arrojo de material que no corresponde depositar en los contenedores ha ocasionado incluso deterioros en los sistemas de compactación de esos vehículos, hecho que deriva en una erogación extra para las arcas comunales.

Pero no solo se plantea el problema, sino que también se deja una solución. La Municipalidad informa que para el retiro de aparatos eléctricos y electrónicos los vecinos se pueden comunicar a la línea 147 para coordinar el día y la hora de retiro.  “Agradecemos a los vecinos y vecinas que nos enviaron las imágenes y nos trasmitieron su preocupación por el estado de los mismos. Tomemos conciencia, y colaboremos entre todos para mantener la ciudad limpia”, reiteraron desde el área correspondiente del Municipio.

El arrojo de material que no corresponde no es solamente el inconveniente más frecuente, sino que también suelen producirse daños en esos contenedores. En reiteradas ocasiones se ha producido la quema de los mismos, muchas veces de manera intencional, “y no crean que esta situación perjudica al intendente, sino a todos los vecinos de Mercedes”, expresó Ponce en declaraciones radiales. La reposición de un contenedor tiene un costo que supera los 300 mil pesos.

Como se preguntaba un humorista en un programa, “¿qué nos pasa a los argentinos?” En este caso sería a los mercedinos que ya no tienen reparo alguno en tener un comportamiento disociado de lo que puede ser una vida en comunidad. Es decir, no le importa el otro, solo descartar cualquier tipo de elemento y que se arreglen los que tengan que arreglarse.

Hay una frase de Hannah Arendt que dice, «Lo público es un proceso producido por las relaciones y las prácticas sociales que alude a lo colectivo y al sentido de comunidad entre sujetos diferentes». La misma fue utilizada por el exconcejal e ingeniero Daniel Ríos, quien hace largos meses reflexionaba sobre la diferencia entre lo público y lo privado en un artículo que se publicó en algunos portales. “La realidad que diariamente compartimos nos dice que desde hace mucho tiempo se viene acentuando la subordinación de lo público a lo privado, con el predomino de lo privado como interés principal, lo que afecta el sentido colectivo de lo público como espacio de todos”.

Es cierto que la reflexión del profesional era más amplia y más profunda, pero bien vale para este caso. Encaja. Ríos dejaba ejemplos concretos sobre el proceder vecinal en relación a poda de árboles, residuos acumulados, ocupación de veredas y “los que depositan muebles, electrodomésticos en desuso, o apilan ramas, escombros y tierra eternamente, en la vereda o en la calle, sin señalizar… Los vecinos que sacan residuos extraordinarios y llenan los contenedores reservados para los residuos considerados domiciliarios. No faltan los que salen cada noche con su propio envase de residuos y los arrojan al contenedor municipal, a granel, sin embolsarlos”, decía hace más de seis meses atrás. Ríos también decía que lamentablemente, ese tipo de situaciones se han normalizado entre nosotros. Y es cierto que cada vez las imágenes son más frecuentes y los hechos menos llamativos.