El candidato a concejal de Vecinos por Mercedes, Bernardo Zubeldía, tiene las ilusiones intactas de llegar a una banca en el Concejo Deliberante. “Se nos hizo muy difícil todo, pero creo que muchos mercedinos nos van a acompañar”, dijo. “En la agrupación hablamos que no importa el resultado, creo que nosotros ganamos porque logramos mostrarnos en medio de aparatos monstruosos, que tienen infinidad de recursos… Creemos que esta elección es la pelea de David contra Goliat, aunque en este caso son dos Goliat”, bromeó el referente vecinalista.
El candidato afirmó que no hay registros de una elección como esta. “Es la primera vez desde el retorno a la democracia que no se vota junto al cronograma nacional y eso hizo que solo se estén votando legisladores provinciales y locales”, dijo. “Acá lo que hay que mirar es Mercedes, y lo que tiene que tener en claro el electorado – que creo que lo tiene en claro a pesar que lo buscan confundir – es que no está en juego la gobernabilidad de nadie; ni del intendente, ni del gobernador, ni del presidente. En el caso de Mercedes, está en juego nueve bancas del Concejo Deliberante y tres lugares del Consejo Escolar. Y según nuestra visión las opciones son llevar al Concejo a un grupo de vecinos que tiene como objetivo centrar el debate en las necesidades de la ciudad o llevar a los representantes de las alianzas que solo quieren discutir en el Concejo políticas provinciales y nacionales”, opinó.
“Fijate que hay tres listas libertarias, o al menos tres que dicen representar las ideas del actual Gobierno y por ende se referencian en Javier Milei; pero solo discuten quién es más libertario. Quién se saca la foto con quién y todo eso. Pero no aportan ideas para resolver los problemas concretos de los mercedinos” dijo. En tal sentido puso como ejemplo el tema del fútbol. “La semana pasada presenté un proyecto para que el Estado municipal restringa el apoyo a los clubes cuyos dirigentes o cuerpo técnico era sancionado por el Tribunal de Disciplina de la Liga. Y hubo quienes salieron a cuestionarme y decir que no quería apoyar a los clubes. Y eso es mentira. Lo que no quiero es que el Estado apoye o tolere la violencia deportiva. Estoy a favor del apoyo económico a los clubes, de hecho, estoy trabajando en un proyecto de ordenanza para que los clubes tengan un fondo afectado en el presupuesto. Pero no puede ser que los clubes cuyos dirigentes promueven o incitan la violencia no tengan ninguna sanción por parte del Estado, porque son precisamente los dirigentes la cara visible del club. A mí lo que me gustaría es que a partir de ese proyecto se comience a debatir cómo combatir la violencia y cómo reglamentar el apoyo a los clubes y no que la discusión sea si Zubeldía quiere o no los clubes. Porque – lo aclaro por las dudas – los clubes son fundamentales en el desarrollo de una comunidad y hay que apoyarlos”, señaló.
Ya faltan pocos días para que se concrete la elección que le permitirá o no que el vecinalismo tenga una banca. Zubeldía se muestra confiado. “Creo que vamos a conseguir los votos necesarios, estamos haciendo un gran esfuerzo por llegar al piso. Desde el momento que decidimos conformar esta agrupación vecinal sabíamos que era un camino difícil, pero eso no nos amilanó, conformamos el partido que fue una tarea titánica, después la oficialización de las boletas que también lo fue. Nosotros estuvimos yendo y viniendo a La Plata, conseguir que nos impriman las boletas y pila de cuestiones que nadie se imagina. O sea que hay un montón de cosas que no se ven y que no tienen que hacer otras fuerzas políticas. Y nosotros demostramos organización no solo para eso, sino para hacer llegar iniciativas al Concejo Deliberante, caminatas, repartir boletas en los barrios y todo lo que se ve. Mientras tanto sumamos fiscales, los capacitamos y demás. Por eso digo que ganamos. Muchos creían que no llegábamos ni a armar el partido, después decían que íbamos a aparecer en alguna boleta y acá estamos: solos, como siempre dijimos, y pensando en que el pueblo de Mercedes nos permitirá llegar al Concejo”, concluyó.