Con todos los condimentos, al igual que un buen salame mercedino, Borsalino Hermanos cerró su año en materia de remates en la Sociedad Rural de Mercedes, y en la tarde de este martes 11 de noviembre embretó desde faena hasta reproductores como para no dejar dudas de que había mercadería para todo tipo de paladar.

En una tarde primaveral, bajo un cielo calmo sobre la Ruta 5, Nicolás y Juan llevaron a cabo un remate que reflejó una demanda sólida. Con buena cantidad de cabezas ofrecidas, la mayoría correspondiente a recría de invernada, quedó claro que productores y compradores estaban dispuestos a apostar, la calidad de los lotes y el respaldo de los remitentes generaron confianza.

Víctor Sisinni, desde el martillo, navegó lote a lote y logró precios destacables, especialmente para terneros y hembras. No fue un remate de locura, pero sí muy sostenido, con valores firmes y actuales, generando que esa agilidad clásica del martillero fluyera corral a corral.

Además del destaque de la invernada, en la feria había vientres preñados y paridos, que, con valores recompuestos, encontraron respuesta rápida de locales y regionales. No solo las vacas del cierre apuestan a la cría, si no que unos toros para reproductores completaron este círculo y remate, y pese a estar en noviembre, la salida no fue trabajosa.

El comienzo de esta última función del 2025 estuvo a cargo buenas vacas, toros y algo de consumo, que como viene mostrando la plaza, la demanda necesitada paga de buena manera cada lote. Al igual que en Cañuelas, los Borsalino en Mercedes sostienen los valores generando ese respaldo que necesita el productor.

Mercedes ya no es solo un punto logístico, sino un formador de precio vacuno para que los productores de la región tengan su espacio para defender la producción. Al cierre, quedó a las claras de que no son un remate cualquiera, es parte de una estrategia más amplia, donde Mercedes tiene un papel central en la comercialización de hacienda para la firma.