Nuestro país tiene una rica tradición vitivinícola, especialmente en la región de Cuyo, en la provincia de San Juan y esencialmente Mendoza. En ese marco productivo nace el enoturismo, una modalidad que ofrece experiencias que van desde visitar bodegas centenarias hasta disfrutar de gastronomía local y participar en talleres de cata.

Nuestra ciudad, según destacan las autoridades municipales, se está consolidando también como referencia del “enoturismo”. Así lo hizo saber el director de Turismo, Francisco Dinova, a propósito de la realización de una nueva edición del Paseo de Vino en el Teatro Argentino Julio César Gioscio y del surgimiento de nuevas bodegas locales en la zona de Altamira.

“Desde la gestión municipal tratamos de apuntalar y fortalecernos también como referencia del enoturismo a partir del surgimiento de nuevos emprendimientos. En relación a las bodegas, tenemos Las Hijas, Nueva Corinema y Media Hectárea y ahora se suma Pampa, con lo que Altamira se consolida junto a Tomás Jofré como pueblo turístico también… Y el Paseo del Vino va en ese sentido”, contó Dinova.

Aquí hay una tarea en la que se utiliza un viejo molde, pero que saca nuevos productos atractivos. Se busca a aquellos que tengan iguales productos, se los agrupa en un evento, se trabajo en conjunto desde el sector privado y el sector público, y se ofrece un atractivo para la comunidad en general. Como ha sucedido oportunamente con el durazno y el salame, ahora pasa con los vinos y la cerveza artesanal y pronto pasará con los alfajores.

Es una buena mirada para comprender porqué es importante la presencia del Estado, no si somos más o menos estatistas. Sumar los esfuerzos individuales en una causa superior y de conjunto. Crear una sinergia. Que no solo se resume a un fin de semana, sino que genera un vínculo entre los productores y las autoridades que se extiende a lo largo del año en diferentes gestiones o estrategias.

Sería demasiado ambicioso y hasta petulante, decir que es en Mercedes en el único lugar que ocurre. Porque no es así. Tal vez lo sea en otros tantos lugares, pero afortunadamente en nuestra comunidad sucede y es un mérito de sucesivas gestiones que recogieron las buenas experiencias, les dieron continuidad y las consolidaron y fortalecieron.  

El Paseo del Vino, una iniciativa que comenzó en 2019 en articulación con las vinotecas de la ciudad, incorporó desde el año pasado un recorrido por las bodegas. En el camino de afianzar la propuesta y en el sentido que marcaron, la ciudad está recibiendo asesoramiento de la subsecretaría de Turismo de la provincia de Buenos Aires. Es decir, otro actor se suma a ese círculo virtuoso.

El Paseo del Vino nace como una idea que se transforma en un hecho concreto y no queda en una charlar al pasar. La suma de voluntades empuja hacia un modelo exitoso de trabajo que fortalece la producción, permite el desarrollo de una actividad y genera resultados positivos en momentos donde todo se achica o se intenta aniquilar. Un brindis por este modelo, un brindis por una fórmula exitosa que ha sido probada y aprobada.