Andrea Briones, madre de un joven con autismo, utilizó la banca participativa para denunciar el uso masivo de explosivos durante las celebraciones estudiantiles del 21 de septiembre y pidió que se modifiquen las sanciones de la Ordenanza 7954, rechazando las multas y solicitando trabajo comunitario obligatorio para los adultos responsables en centros de salud mental y discapacidad.
Durante la última sesión del Honorable Concejo Deliberante, la vecina Andrea Briones, se presentó como portavoz de muchas personas que sufrieron una situación desesperante tras los festejos del Día de la Primavera. Briones, operadora en salud mental y futura técnica en Psicología Social, reclamó el cumplimiento efectivo de la Ordenanza 7954, aprobada por unanimidad en 2017, que declara a todo el partido de Mercedes “Territorio libre de pirotecnia sonora”.
La oradora recordó que la normativa prohíbe la comercialización, tenencia, uso, manipulación, depósito y circulación de pirotecnia sonora en el partido, denunciando que esta ley se incumple sistemáticamente en los festejos del Día del Estudiante.
Briones enumeró la extensa lista de afectados por el ruido extremo de los artefactos explosivos. Entre ellos se encuentran: personas adultas y niños con autismo, esquizofrenia, síndrome de Down, síndrome de Tourette, trastorno bipolar, trastornos mentales por estrés postraumático (como el que sufren los veteranos de Malvinas), personas con epilepsia, acúfenos, enfermedades neurológicas como migrañas crónicas, bebés, enfermos cardiológicos, gerontes y pacientes oncológicos en quimioterapia.
El reclamo también incluyó a quienes no tienen voz. La madre denunció que el ecosistema estuvo en peligro total, reportando pájaros muertos en las calles, perros y gatos perdidos o fallecidos, y una gran cantidad de abejas en el piso, destacando que si las abejas se extinguen, «Nos morimos todos».
Rechazo a las multas y propuesta de trabajo comunitario
La peticionante fue enfática al señalar que las multas no son una solución, pues los infractores suelen apelar o “juntar plata para el próximo año pagarlas”. Briones propuso modificar las sanciones de la ordenanza y exigió que los adultos responsables paguen con trabajo comunitario. Específicamente, solicitó que este trabajo se realice en centros de salud mental con personas en situación manicomial, en centros con personas con discapacidad, en hogares de abuelos abandonados, o con pacientes oncológicos.
Asimismo, Briones pidió que las fuerzas de seguridad no tengan que ir “escoltando dichos desmanes” en caravanas. Exigió que, para el 21 de septiembre, cada promoción estudiantil llegue bajo la supervisión de padres o tutores, y que se obligue a los responsables a asistir a talleres de convivencia, valores y respeto al prójimo.
La oradora criticó duramente la inacción del Ejecutivo, señalando que el secretario de Seguridad “no está apto para ocupar dicho cargo”. También manifestó que la Dirección de Juventud y la Secretaría de Medio Ambiente no están preparadas para trabajar en prevención, concientización o sobre el daño que los explosivos ocasionan al ecosistema local.
Briones también cuestionó que el Municipio no haya apelado en 2024 cuando la cámara de fabricantes de artefactos explosivos presentó un recurso ante la Corte Suprema, alegando que dichas ordenanzas eran anticonstitucionales, dejando la validez de la norma en duda.
Visiblemente conmovida, la madre denunció que los afectados han sido insultados en redes sociales y mensajes, con frases violentas como: “Dejen de joder y tener hijos discapacitados para que los mantenga el Estado” y “qué estúpidos que no van a hacer nadie el día de mañana que no tengamos hijos enfermos”. La situación ha tenido consecuencias directas, mencionando que desde el 21 de septiembre su propio hijo ha estado «llorando día y noche, golpeándose y pegando», sin que un médico pueda regularlo.
Finalmente, Briones apeló al respeto social y concluyó su intervención con un mensaje claro: “Los derechos de ellos terminan donde empiezan los nuestros: a vivir y a pasar un 21 de septiembre en paz”. También solicitó la intervención del servicio local, dado que los padres iban dando alcohol a sus hijos, abriendo la puerta a otras adicciones. Un nutrido grupo de vecinos acompañó a Briones durante su presentación.