En el marco del programa provincial de obtención y renovación obligatoria de carnet de agro-aplicador, se llevó a cabo en nuestra ciudad una importante jornada de capacitación destinada a los aplicadores terrestres de productos fitosanitarios.

La capacitación busca reforzar el conocimiento sobre el uso seguro y responsable de estos productos, elementos fundamentales para el desarrollo de las buenas prácticas agrícolas en el territorio.

La Municipalidad de Mercedes, a través de sus áreas de Ambiente y Producción, brindó su acompañamiento institucional a esta instancia de formación que llevó adelante el Ministerio de Desarrollo Agrario junto a otras entidades. La participación del gobierno local subraya la importancia de promover el trabajo responsable y la adopción de métodos que prioricen el cuidado de la salud ambiental y de las personas involucradas en el proceso productivo.

Se destacó que la formación es esencial para el cumplimiento de las normativas vigentes y para la implementación de una agricultura más consciente.

«Acompañamos esta instancia de formación que promueve el trabajo responsable y las buenas prácticas agrícolas, fundamentales para cuidar la salud del ambiente y las personas que forman parte de él», indicaron desde el área de Ambiente.

La jornada también sirvió para reafirmar el compromiso con la articulación entre los distintos actores del sector. Este tipo de encuentros son considerados claves para impulsar una agenda productiva que combine eficiencia con sostenibilidad.

«Seguimos fortaleciendo espacios de articulación entre productores, instituciones y el Estado local, impulsando una producción más sostenible y comprometida con el territorio», concluyeron los organizadores.

La actividad, concretada en el SUM de la Sociedad Rural Regional Mercedes, finalizó con la ratificación del esfuerzo conjunto para profesionalizar al sector de agro-aplicadores y avanzar hacia una producción más segura y responsable en la región de Mercedes.

Los fitosanitarios son productos que protegen a las plantas de plagas, enfermedades y malezas, mejorando así la producción agrícola y la calidad de los alimentos. Se trata de mezclas químicas o biológicas que ayudan a controlar organismos nocivos, incluyendo insecticidas, fungicidas y herbicidas. Su uso es regulado para asegurar que sean seguros para la salud humana y el medio ambiente, siempre que se apliquen siguiendo las buenas prácticas agrícolas.