Presentaron un trabajo de investigación sobre salud y ambiente en torno al uso de agroquímicos en el partido de Mercedes, intoxicados, riesgos, fumigaciones y mortalidad y silencio epidemiológico.
Celebrando además el 40 aniversario de la Cátedra de Salud y Medicina Comunitaria de la FCM – UNLP, el XII Congreso de Medicina General y Equipos de Salud de la provincia de Buenos Aires, se destacó por lograr la construcción colectiva de un programa muy diverso y pluralista en torno a la salud pública.
En el marco de este importante congreso se realizó la presentación de un trabajo realizado por miembros del Equipo de Salud articulado entre el SAPS (Servicio de área programática y redes en salud) con asiento en nuestro Hospital “Blas L. Dubarry” y el Servicio Social de este establecimiento. La autoría del mismo pertenece a los profesionales de la salud: Regina Laura Paradela , Esteban Damián Rosli y Luciana Bonamino, quienes expusieron, y que también cuenta con los aportes de María Paula Fernández, Cecilia Mamani, Leonardo Lula, Mariana Manteca y M. Laura Recoder.
Este trabajo de investigación se titula: “Salud y ambiente en torno al uso de agroquímicos en la Ciudad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires. Presencia de intoxicaciones en la población local y construcción socio-técnica del riesgo en los equipos de salud.”
Paradela en principio se refirió a cómo surgió la posibilidad de realizar este estudio multicéntrico, de carácter exploratorio y descriptivo, a partir de la Beca “Salud Investiga” del Ministerio de Salud de la Nación, al que el Equipo accede junto al Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias (CeNDIE) ANLIS, y la Dirección de Ambiente del Ministerio de Salud de PBA.
Los objetivos de este trabajo fueron: Describir y analizar conocimientos y prácticas socio-técnicas de equipos de salud del Hospital Zonal General de Agudos “Blas Dubarry” sobre el proceso de salud, enfermedad, atención, cuidado y su relación con el uso y exposición a agroquímicos en la producción agrícola de la localidad Mercedes, PBA.
Un modelo productivo que deja huella
La Mg. Paradela continuó comentando que la producción agrícola intensiva basada en semillas transgénicas y fumigaciones sostenidas con plaguicidas se consolidó en Mercedes durante las últimas dos décadas. Actualmente, el 38% de su superficie productiva se destina a soja, maíz y trigo, cultivos que requieren aplicaciones químicas constantes.
Según la FAO, la Argentina se ubica entre los países con mayor consumo de agroquímicos a nivel mundial, con 265 millones de litros anuales. Diversos estudios han detectado estas sustancias en aire, agua y suelos, y han vinculado la exposición con cáncer, abortos espontáneos, malformaciones congénitas, problemas respiratorios y daños neurológicos.
Otro de los estudios se basó en el Análisis comparado de la Mortalidad por Cáncer en Mercedes, Provincia de Buenos Aires y la Argentina en general en el año 2021.
Entre las Técnicas utilizadas en la investigación, el Equipo llevó a cabo:
-12 entrevistas semi-estructuradas a profesionales del Hospital “Blas Dubarry”
-3 entrevistas a referentes de organizaciones sociales locales.
-Análisis de datos del SNVS sobre intoxicaciones por agroquímicos.
-Búsqueda bibliográfica sistemática y análisis de fuentes secundarias para caracterizar el uso local de agroquímicos.
-Revisión de datos de mortalidad de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud del Ministerio de Salud de la Nación.
El silencio epidemiológico
Pese a estos antecedentes, en Mercedes no existen registros oficiales de intoxicaciones por plaguicidas. El informe señala que esta ausencia de datos no significa que el problema no exista, sino que responde a un “círculo de invisibilización sanitaria”.
Los equipos de salud del Hospital Dubarry admiten haber atendido algunos casos de intoxicaciones agudas, principalmente vinculados a accidentes, pero reconocen la falta de protocolos específicos, capacitación y circuitos diagnósticos que permitan identificar los cuadros crónicos. A esto se suma la inespecificidad de los síntomas —dolores de cabeza, afecciones respiratorias, malestares digestivos—, lo que contribuye al subdiagnóstico.
En palabras de los investigadores, esta situación genera un “silencio epidemiológico”: sin registros ni estadísticas, el problema queda fuera de la agenda sanitaria y política.
Estado ausente y propuestas pendientes
Luego fue el turno del Lic. Esteban Rosli quien subrayó la contradicción de un Estado que, por un lado, reconoce los riesgos del modelo productivo, pero por otro no impulsa medidas efectivas para prevenir o mitigar sus daños. Ni en el plano productivo, donde los incentivos hacia la agroecología son escasos, ni en el sanitario, donde los equipos carecen de herramientas para registrar y atender la problemática de manera integral.
Entre las propuestas, los investigadores plantean actualizar los circuitos diagnósticos, incorporar la perspectiva socioambiental y de género en las historias clínicas, y promover investigaciones locales con metodologías participativas.
La mirada desde las organizaciones sociales
Seguidamente la Socióloga Luciana Bonamino, se refirió a las organizaciones comunitarias locales, que desde los años ’90 vienen denunciando los efectos del modelo de agronegocio. Sus referentes asocian el incremento de casos de cáncer, abortos espontáneos y enfermedades dérmicas con la exposición a agroquímicos.
Además, impulsan ordenanzas municipales para regular las fumigaciones, realizan monitoreos ambientales y promueven actividades de sensibilización en escuelas y barrios. Su visión cuestiona el paradigma biomédico tradicional y propone pensar la salud de manera integral, vinculada a las condiciones de vida y al concepto de “vida digna”.
Una deuda pendiente
El informe del Hospital Dubarry revela que, mientras los agroquímicos forman parte de la vida cotidiana de Mercedes, sus consecuencias sobre la salud permanecen invisibles. El desafío, concluyen, es romper con ese círculo de silencio que mantiene oculto un problema que ya golpea en el territorio, a través de las siguientes propuestas:
Fortalecer los circuitos, Mejorar los instrumentos de registro, Promover la producción epidemiológica local, Construcción de escenarios de riesgo, Formación permanente y Planificación y políticas públicas.