“La boca torcida, debilidad en una pierna o en un brazo, inestabilidad al caminar, problemas para hablar o comprender. Cualquiera de estos síntomas, juntos o por separado y de aparición repentina, pueden indicar que una persona está viviendo un accidente cerebrovascular (ACV), una enfermedad tiempo-dependiente, donde cada minuto resulta determinante para el pronóstico funcional y vital de quien lo padece. Llegar cuanto antes al hospital es lo más importante para reducir el riesgo de morir o de quedar con una discapacidad”. Así presenta el Ministerio de Salud la creación de una red de hospitales que se ocuparán de este tema.

Lo hizo en coincidencia con el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular, que se conmemora en los últimos días de octubre para sensibilizar sobre la prevalencia de esta enfermedad. Especialistas de la cartera sanitaria bonaerense presentaron la Red de Atención para Accidentes Cerebrovasculares en la PBA y explicaron cuáles son los factores que aumentan el riesgo de padecerlos y cómo se pueden prevenir.

Se calcula que, en el país, una persona tiene un ACV cada 4 minutos. Estos eventos constituyen la primera causa de discapacidad y la tercera de muerte. No obstante, si se actúa rápido y se trata dentro de las primeras cuatro horas desde el inicio de los síntomas es posible evitar esas consecuencias.

Abordar un accidente cerebrovascular requiere profesionales especialmente capacitados y hospitales con equipamiento de alta complejidad como tomógrafos, angiógrafos y resonadores. Por eso, este año, el Ministerio de Salud bonaerense realizó capacitaciones específicas, un relevamiento de recursos y reforzó con tecnología su sistema sanitario para crear una red robusta y ágil que ofrezca asistencia integral de personas con ACV.

En este momento, esa red bonaerense está conformada por 24 hospitales públicos de la provincia entre los cuales se encuentra el Dubarry de Mercedes como uno de los pilares de la región y el interior bonaerense, dado que la mayoría de los restantes son del área metropolitana.

Desde la cartera sanitaria bonaerense insisten en que los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir con cuidados, cambio de hábitos y el control de enfermedades que predisponen a padecerlos.

En conclusión, para prevenir un ACV es clave mantener una alimentación segura, sana y sustentable, disminuir el consumo de sal y alimentos ultraprocesados, realizar actividad física regular y no fumar. También es clave realizar consultas periódicas con el equipo de salud, sobre todo en caso de tener hipertensión arterial o diabetes.