Ya hace alrededor de tres semanas que en las oficinas de PAMI de todo el país, los ánimos no son los mejores. Si bien se destacan las concentraciones en las regionales (UGL), las agencias también son parte de este plan de lucha que tiene como objetivo visibilizar la situación del organismo y la negativa a recomponer los salarios que llevan más de 300 días congelados. 

Hace unos diez días en Mercedes se registró una medida de fuerza que contó con un altísimo acatamiento y de acuerdo a expresiones de trabajadores que prestan servicio en el edificio de 16 y 25, las acciones continuarán hasta obtener una respuesta. “No solo por el tema salarial, también hay una situación que se produjo con el médico auditor que lleva varios meses sin soluciones y somos los trabajadores los que recibimos los justificados reclamos de los afiliados”, comentó a este semanario uno de esos trabajadores.

Las protestas incluyen ceses de tareas por una hora, destacan los gremios del sector, durante los cuales los empleados dialogan con los afiliados que se acercan a realizar trámites y les explican los motivos del reclamo.

“Venimos sosteniendo ceses de tareas por una hora, en la que aprovechamos para hablar con los afiliados y contarles lo que está sucediendo”, señalaron desde el personal del PAMI Luján, donde también subrayaron la importancia de involucrar a todos los sectores beneficiarios del instituto.

“No solo tenemos afiliados jubilados, sino también personas con discapacidad y veteranos. Por eso los convocamos a sumarse a la defensa del PAMI y de sus prestaciones, en unidad con los trabajadores, bajo el lema «Nadie se salva solo»”, dijeron trabajadores del organismo al portal Ladran Sancho de la ciudad vecina de Luján.

“Con mucho agrado recibimos apoyo de la gente que se acerca por algún trámite y que, lejos de enojarse por el cese de tareas, espera respetuosamente que la asamblea termine”, agregaron. Agrega el portal colega que los trabajadores advirtieron además sobre la falta de información generalizada entre los jubilados respecto del funcionamiento y financiamiento del organismo.

Pero el congelamiento salarial desespera. “No se aguanta más… llevamos más de 310 días sin aumento y esa situación ha llevado a que muchos compañeros hayan perdido muchísimo poder adquisitivo y se estén acercando a ingresos que los ponen por debajo de la línea de pobreza”, denunciaron.

El clima se sigue enrareciendo a punto tal que, en las últimas horas, en la sede Luján, adonde habían sido trasladados trabajadores de Mercedes, se vivieron momentos de mucha tensión producto de una supuesta persecución de las autoridades del organismo que fotografiaban a los trabajadores durante las asambleas y en los quites de colaboración. Hay temor por represalias ante los reclamos que se vienen llevando adelante hace largas semanas como parte de un plan de lucha.