Los jefes comunales oficialistas fueron convocados a Casa de Gobierno este lunes 27 para debatir sobre el recorte en la obra pública, el pago del aguinaldo y otros temas en agenda. Participó del encuentro el Intendente electo de Suipacha Juan Luis Mancini.

La provincia de Buenos Aires funcionará, durante los próximos cuatro años, como una especie de trinchera para el peronismo. Desde allí, posiblemente con Axel Kicillof a la cabeza, se librará una batalla política ante el desembarco de Javier Milei a la Presidencia de la Nación.

En este marco, el gobernador empieza a diseñar lo que será la estrategia de oposición a La Libertad Avanza. Para eso, necesitará consolidar su liderazgo dentro de la estructura con el respaldo de los intendentes de Unión por la Patria.

De acuerdo a lo que adelantó el presidente electo, no se continuarán las obras que están en marcha, por lo que cada jurisdicción deberá salir a buscar financiamiento si desea que sean finalizadas. En las intendencias del conurbano, inquieta el tenor del recorte de Milei en la obra pública y «el impacto social» en sus comunidades. La mayoría tiene obras en proceso que, aunque sean financiadas por el gobierno bonaerense, se nutren de los recursos que recibe la Provincia de la Nación.

En un encuentro que se extendió por más de dos horas, hablaron cerca de una decena de intendentes y el gobernador dio detalles del proyecto de endeudamiento por 150 millones de dólares. Ahí, les pidió a los jefes comunales que colaboren en persuadir a los legisladores de la oposición para que autoricen la toma de deuda.

Es que, de conseguir el aval en la Legislatura, buena parte de esos recursos irán al auxilio de los municipios más comprometidos. No hay mucho margen de tiempo para la tarea de persuasión, considerando que la intención es aprobar el endeudamiento antes del 10 de diciembre.

Los cambios en la relación de fuerzas dentro de las cámaras legislativas de la provincia fueron aspectos que también se trataron, con la participación de la vicegobernadora Verónica Magario.

Intendentes consultados creen que una de las llaves para lograr apoyo opositor al endeudamiento está en el radicalismo, que cuenta con 27 alcaldes en la provincia, todos en el interior, donde, precisamente, están los municipios del peronismo más complicados.

En el Gobierno bonaerense señalan que el proyecto de endeudamiento se envió «en vistas de que no están claras las pautas macroeconómicas para 2024» y, por ende, lo que se busca es «recuperar el peso que tenía la autorización de financiamiento general en el presupuesto ya aprobado», garantizar «el correcto funcionamiento» de la gestión provincial y recomponer el financiamiento para lo que resta del año.

En este contexto interno,  luego de obtener una amplia victoria en las urnas y ser reelegido, Kicillof es llamado a ser el conductor de un proceso complejo para el peronismo. Si quiere o si lo dejarán es la incógnita. Entre los obstáculos que se le aparecen – además de su tensa relación con Máximo Kirchner y La Cámpora – están el camino que opte tomar Cristina Fernández de Kirchner y el futuro incierto de Sergio Massa. También aparecen los gobernadores del interior.

Su primera prueba de fuego será la conformación del gabinete provincial a partir del 10 de diciembre. Cómo contener a los distintos sectores en una casa en la que no hay lugares para todos es el desafío.

En lo político, el gobernador hizo un fuerte llamado a la unidad del peronismo. «Un gobierno provincial con el respaldo de 84 intendentes, tiene otra fortaleza cuando haya que plantarse a la Nación», dijo un alcalde del conurbano.

Además de Kicillof y Magario, en el encuentro con intendentes estuvieron el jefe de Asesores, Carlos Bianco; la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; los ministros de Hacienda y Finanzas, Pablo López, y de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque; y la secretaria general de la Gobernación, Agustina Vila.

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