Nuevamente la situación del mercado inmobiliario marca preocupación en diversos sectores de la sociedad. Tal vez esas preocupaciones nunca se disiparon, especialmente para aquellos que en breve deberán renovar sus contratos de alquileres. La semana anterior Protagonistas mantuvo una charla con el titular del Colegio Departamental de Martilleros, Luis Colao, quien se refirió a la difícil situación habitacional, la falta de crédito y la inminente dolarización de los contratos de arrendamiento, tanto particulares como comerciales. En la sede de Avenida 29, Colao afirmó que para el Colegio en términos institucionales, ha sido un año positivo sin mayores sobresaltos, pero indudablemente la Ley de Alquileres también se plantea como un desvelo para el sector. “Venimos hace varios años con la Ley de Alquileres, especialmente en el caso de las locaciones urbanas, que se ha ido complejizando por factores exógenos, no solo por temas legislativos sino con cuestiones hasta socio culturales y demográficas que lo llevaron a situaciones más graves”, remarcó. Luis Colao no duda en afirmar que estamos ante una profunda crisis del sistema habitacional. “A futuro se va a hacer muy difícil si se produce la derogación de la actual legislación. Esa medida puede traer efectos más nocivos de los que tenemos hoy. Derogar todo traería efectos negativos. Habría que hacer lo que no se ha hecho hasta ahora, tratar de tener una legislación moderna, ágil, que contemple las variables, derogarla va a ser un retroceso”, señaló. En tal caso revela que se pondrá en aplicaciones, ante la inexistencia de una ley, lo que establece el Código Civil y Comercial que retrotrae los contratos a dos años. “El otro tema es que los contratos no se pueden ajustar porque está vigente la Ley de Convertibilidad que lo impide. Al impedirse el ajuste es evidente que vamos camino a la dolarización de todos los contratos, que seguramente se pagarán en pesos, pero se harán en dólares, a eso nos vamos encaminando”, vaticinó.
Déficit
“Tenemos que preocuparnos por muchas cosas, hemos pasado de lo que era una media histórica de un 20 por ciento que no era propietaria. En el último censo pasamos al 35 % entre inquilinos y no propietarios. Ni el Estado ni el mercado están pudiendo satisfacer a las nuevas familias que se van conformando y no se ve en el futuro que vaya a haber en lo inmediato créditos para acceso a la vivienda”, remarca el presidente del Colegio de Martilleros. Agrega que desde el Gobierno nacional se ha dicho que van a terminar las viviendas que están en marcha, pero no se van a hacer nuevas, “las cuales quedarían libradas a la iniciativa privada pero que no tendrá financiamiento… entonces vamos en un camino que se irá agravando”. Para Colao alguna salida a estos problemas se plantearía con acceso al mercado de crédito, con tasas subsidiadas, “que es lo que ocurre en buena parte del mundo, en un contexto inflacionario como el que tenemos es muy difícil. Pero el Estado en ningún lugar del mundo, hasta los gobiernos más liberales, se desentiende de los problemas de vivienda”, dice. Otra posibilidad es el fomento de la construcción de viviendas para alquilar a través de beneficios impositivos. Destaca que en Mercedes “tenemos en construcción alrededor de 800 viviendas y estamos en alrededor del 38 por ciento de familias no propietarias. La pregunta es cómo hacemos para satisfacer esa demanda. Este tema pareciera que fuera secundario para algunos sectores, porque aparece el tema inflación, seguridad, entre otros, pero vivienda no. Y acceder a una vivienda digna debe ser tema de agenda urgente, porque genera efectos inmediatos en la economía”, enfatiza. Finalmente consideró que pueden existir algunas soluciones locales, “de hecho el Banco de Tierras es uno de ellos. El Estado tiene que ser generador de tierras, y volver a generar programas de autoconstrucción para empezar a dar respuestas a los sectores más necesitados, pero para la clase media me parece que habrá que esperar, si es que aparecen, pero no se ven otras soluciones que no sean las de créditos a tasa subsidiada con intereses atados al salario”, concluyó.