El escritor  Oscar Dinova visitó la Escuela como lo hace en distintos establecimientos escolares de Mercedes -donde reside-  y rurales de la zona, ofreciendo testimonios de su niñez en Rivas  de su libro “Una Niñez en Gral. Rivas- Cuentos, Sonrisas, Emociones… Viajar en el tiempo”.

“Creo que la vida sirve para recordar nuestra infancia” (Umberto Eco, escritor italiano)

“El martes 10 de Octubre, fuimos invitados al Café Literario de la Escuela N° 3, en Gral. Rivas (Suipacha), el hermoso pueblo rural que fuera el hogar de mi madre, durante los años vividos en la mismísima escuela, su castillo encantado, su cobijo sin par.

Por la mañana con los más pequeños y por la tarde con los jóvenes, vivimos dos momentos de intensa emoción y alegría, en la compañía de padres, docentes, equipo auxiliar, inspectoras y autoridades municipales que se sumaron a la propuesta con la idea excluyente de disfrutar y participar activamente de la Charla-Taller.

Y se fue desgranando la historia, que comenzó, allá por la década del ´30 cuando la niñita que era mi madre, llegaba en ese sulky, tirado por Mariposa, para venir a vivir con su tía Amalia, la entonces Directora de la Escuela Domingo F. Sarmiento. Atrás quedaba Tuyutí, sus padres y hermanos, el tambo donde la familia Conde trabajaba duramente.

Nelly, esa pequeña, fue criada y educada por la tía-maestra-directora y madre-postiza. Un universo de saberes, grandes aulas y largos pasillos fueron su patio de juegos y lugar de aprendizaje. Poco a poco sus nuevos amigos, los vecinos, los Almacenes de Ramos Generales serían su patria de pocas cuadras… Y esos sábados, cuando los ojos “quemaban el horizonte” esperando ver llegar a Mariposa que traía a Angélica, su madre, para hacer las compras del mes. Sin darnos cuenta teníamos un nudo en la garganta…

De pronto, el relato nos había llevado hasta ahí, a aquellas lejanas calles de tierra, las fiestas patronales, los partidos de pato, los bailes populares, el mundo que mi madre aprendió a amar y que jamás olvidaría. Como tampoco olvidó a la “singular” mascota de la infancia, Polito, ese lechón criollo, dejado en la escuela, intrépido amante del dulce de leche casero, que sería el príncipe encantado que mamá y todas las mocosas amigas intentaban sacar del hechizo… ¡dándole un beso en la trompa!! Risas al por mayor.

Queda entre nosotros la hazaña de Polito, es un pequeño secreto que cierra la aventura de “Una niñez en Gral. Rivas”. Mi madre, María Nelly, nos la recordó durante el tiempo que separaron la partida de su querido pueblo y el regreso… 72 años después.

Si quieren saber qué pasó, deberán tomar el libro, abrirlo y viajar en el tiempo. No es difícil, solo hay que subirse al vehículo de los recuerdos… y dejarse llevar. ¡Para eso dejamos 40 libros en donación!

¡Gracias a las Gabrielas! Fearne, Dir. Primaria y Peralta, Alma Mater del Encuentro; a Carmen Sánchez, Dir. Secundaria; las Sras. Inspectoras, Sara Jandra (Primaria) y Marcela Braghi (Distrital); al Sec. de Cultura, Federico Lobos; el personal docente y no docente de los dos turnos; a Mariana de la Asoc. de Pueblos Solidarios, los vecinos de la comunidad; a Delia Inés Ferretto por su trabajo silencioso y super especialmente, a todos los alumnos presentes.

Mi madre fue inmensamente feliz en ese hogar tan particular y su memoria está más que homenajeada por la forma tierna y profesional con que, estas nuevas generaciones son educadas en su amada escuela.

Hasta la próxima…

Oscar Dinova, escritor

(Autor de Una Niñez en Gral. Rivas, del Libro; Crónicas de Gardel en Mercedes, Dunken, 2014).

Fotografías: Diana Manos

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