En las horas previas a la Nochebuena, el Municipio, desde la Secretaría de Seguridad, y con el apoyo de expertos en explosivos provenientes de la vecina ciudad de Luján, procedió a la clausura de dos comercios que vendían pirotecnia sonora. “Esta actividad está prohibida en la ciudad, normativa que los infractores conocían plenamente”, dijeron fuentes confiables. “En este contexto, también entra en juego la falta de empatía y consideración, a sabiendas del daño que estos artefactos producen en personas con discapacidad, veteranos de guerra, animales y adultos mayores”, agregaron.
Si bien desde la Secretaría de Seguridad no hubo ninguna manifestación oficial, se supo a través de testigos que uno de los comerciantes intentó huir con la mercadería en una camioneta. Esta acción generó lo que se tipifica como “resistencia a la autoridad” ante la División de Explosivos de la Policía Comunal lujanense que intervino como apoyo en el lugar. El incidente tuvo lugar en pleno radio céntrico de la ciudad de acuerdo a los trascendidos.
El otro caso involucró a una heladería ubicada en las calles 57 y 10. “El local, excediendo su rubro comercial y careciendo de cualquier habilitación al respecto, también vendía pirotecnia sonora. Testigos de la zona expresaron que las ventas eran incluso promocionadas en redes sociales, ignorando el posible daño a los vecinos”, destacó una fuente cercana al área de Seguridad comunal.
Un dato relevante para quienes intervinieron en los operativos, es que cada comercio estaba al tanto de las normativas vigentes y de las campañas institucionales sobre el impacto negativo de estos productos. “Sin embargo, el afán de lucro parece superar cualquier sentimiento de empatía hacia quienes padecen estas explosiones; una problemática que, claramente, requiere un fuerte compromiso social para ser desterrada”, señalaron.
Tras las acciones de clausura, de acuerdo a lo que marca la ordenanza, se prevén multas que de acuerdo a lo que se resuelva pueden resultar altas, o bien se dispone la clausura del comercio que fue encontrado fuera de las normas vigentes, la que puede extenderse hasta 90 días.
