“Mi corazón está puesto en Mercedes”
Por Fernando Pachiani
Se fue de Mercedes a fines de 1975 por razones laborales. Desde 1979 reside en la provincia de Entre Ríos. Fue gerente del Banco del Iguazú, sucursal Paraná. Tiene dos hijas y un varón y tres nietos. Actualmente es presidente del Club de Volantes entrerrianos y director de Fiscalización de la Secretaría de Turismo de la provincia.
Los años en Mercedes
“Yo arranqué mis estudios en la Escuela Nº 10 y después empecé en San Patricio, donde terminé en el 71 mis estudios – comienza a contarnos Romeo. Luego, ingresé a trabajar en la fábrica Ducilo en la parte administrativa, y después de allí me fui al Banco del Oeste en Buenos Aires, y en el Banco de Iguazú donde me trasladaron a Paraná como sub-contador y ahí fue donde hice mi carrera bancaria que en el 86 terminó. El trabajo era lo más importante porque había que vivir. No era tan fácil en aquella época así que me dediqué a trabajar, hice cursos dentro del banco y me fui especializando. Hice mi carrerita solo en otro banco y eso me permitió llegar a gerente en el Banco del Iguazú, originario de Misiones, y estuve trabajando en Concordia, en La Pampa, en Santa Fe y después Paraná, pero siempre con la base de Paraná.
En Mercedes vivía en la 34 y 23 y prácticamente más en la casa de mi abuela en la 21 y 34.
De los amigos del barrio, claro que me acuerdo, eso no se te borra nunca de la cabeza, eso está en el disco rígido. Obviamente cuando se deja de verlos tan seguido, se pierden los apellidos, pero no se olvida nunca…
Me pasa de soñar mucho cuando mi cabeza tiene tiempo libre…
Me cuesta viajar a pesar de que estamos cerquita. Lo que pasa que cuando hacés base en un lugar, tenés familia y nietos es difícil. Uno no viaja tan seguido producto del trabajo y el tiempo.
Cuando se cumplieron 30 años de la promoción me reencontré con varios, fue una alegría enorme. Y dolor al mismo tiempo, porque también se han ido varios…
Yo digo que cuando uno se afinca y se hace viejo querés reencontrarte más rápido, por las dudas…
Amigos los considero a todos, pero mi amigo de la escuela fue Guillermo Rosli, Chity Ascenso. Otros amigos de la infancia fueron Osvaldo Retegui, Mario Landi… Otros nombres que se me han ido… Eduardo Mosca, el flaco Bellini…
De los años de colegio tengo muchas vivencias, compartía un montón de cosa con Luisito Barbella, Bolgiani, Mazzochi, Mariano Révora, el gordo Deprati, Jorge Lancelotti, el Vasco Apesteguía. Tengo un cofre lleno de recuerdos que por ahí duelen o te hacen reír. Cuando uno es grande se le caen más rápido las lágrimas. Cuando estás distante, se siente. Los sentimientos tienen otro lugar, si uno viaja más seguido.
Pero como te digo de Mercedes me fui en el 75 o 76. Y ya en el 79 partí para Entre Ríos por un tema laboral. Y ahí ya hice base, pero igualmente Mercedes para mí es una ciudad que me atrae desde mis inicios como persona y yendo ahora después de grande.
En Mercedes tengo a mi hermana, mis sobrinos, que ya tienen familia, sus hijos.. Están todos ahí. Mi hermana se llama Mirtha.
Recuerdo que yo viajaba en el tren a ver a mis abuelos maternos a Castilla, así que toda la zona del departamento de Mercedes hasta llegar a Castilla, viajaba en el tren San Martín. Me acuerdo de San Jacinto, Rivas… Las cosas que hacíamos de chicos eran hermosas realmente, cosas sanas… Es un placer recordar. Me gustaría ir más seguido.
La verdad que de Mercedes se extraña todo, no te quepa ninguna duda. Los orígenes, los amigos. Pero el tiempo diario te va llevando a la familia. Pero Mercedes está en ese lugar tan especial del corazón y la cabeza. Mercedes para mí fue la base de lo que soy hoy, la cultura… Tengo una prima Alejandra Pisano, mi tío Juan Pisano que fue paleontólogo en el Museo de Mercedes.
Por lo que mi corazoncito está puesto ahí; la sangre mía está ahí” – confiesa.
Pasión por los fierros
“De chico me gustaban los fierros nomás. Fui a la primaria con el Toto Etchegaray, después de tercer grado en San Patricio, así que de ahí tuvimos un reencuentro a través del tiempo en el automovilismo, pero siempre me gustaron los fierros. Era algo como el fútbol, así como a los chicos le tiran una pelota, yo jugaba con autitos arriba de los cordones, armábamos kartings con rulemanes. Esa fue mi pasión de chico y aún sigue.
Igualmente a mí nunca se me dio por subirme a un auto; para eso necesitás tiempo y plata. He andado por supuesto, no puedo dejar de decirlo porque si no sería falso de mi parte no decirlo, he andado, pero bueno, sacándome las ganas más que nada. Siempre dentro del autódromo. Después me especialicé y actualmente estoy en el área técnica, soy director de fiscalización del turismo de la provincia de Entre Ríos, desde hace más de 20 años, y el presidente de Volantes Entrerrianos desde el año 1999. Cuando estás a cargo de una entidad como esta que es muy grande, ya tiene 80 años de vida institucional, es un autódromo de vieja data… es distinto. Tienes que estar y ver. A nivel nacional se llevan a cabo todas las competencias y las zonales de la Provincia de Santa Fe, de Córdoba, hacemos picadas de moto y auto. Hay varios chicos del automovilismo nacional que son de acá de la provincia de Entre Ríos, que ya son amigos de haber estado tantos años en el autódromo.
Nuestro club no tiene muchos socios, porque no tenemos otra cosa que las carreras de autos, no tenemos canchas de fútbol o natación… Pero se mantiene con sponsors, con las pruebas diarias, con las carreras, somos un club sin fines de lucro. Tenemos 5 empleados, nunca dejamos de pagar los sueldos, no debemos plata, eso es un esfuerzo muy grande. Todo es ad honorem. Solo si tenés que viajar te dan los gastos de movilidad, no es un sueldo…
Gracias por la entrevista…Es lindo representar a una ciudad tan hermosa como Mercedes, de gente tan cálida… Me lleno la boca hablando de Mercedes. Realmente se extraña la ciudad. Yo les deseo a todos, aprovechando las fechas de fin de año, que la pasen muy bien y desearles que sigan cuidando a Mercedes porque es una perlita de oro en la República Argentina. Les deseo lo mejor, los extraño” – concluye.