En la cartera local de Desarrollo Humano, generalmente conocida como Desarrollo Social, evalúan un “barajar y dar de nuevo” en todo lo que respecta a la asistencia alimentaria, tanto de particulares como de los comedores que existen en todo el partido.

La propia secretaria del área en cuestión, Jorgelina Silva, aseguró a Protagonistas que es necesario definir estrategias para el mes de marzo, que permitan garantizar alimentación adecuada de los beneficiarios. Los tiempos de crisis golpean fuerte y esto repercute en varios aspectos: en la demanda y en los recursos. En la primera de las cuestiones aseguran fuentes municipales que se ha incrementado la cantidad de solicitudes de asistencia como así también algunos comedores han tenido mayor demanda. Si bien no son números significativos ni alarmantes, lo concreto es que esa demanda ha crecido. En la actualidad se asisten a unas 5.500 familias, se entregan vale de productos frescos como carne y lácteos a 700 beneficiarios y funcionan unos 25 comedores, en algunos casos pequeños pero comedores al fin. Para poder optimizar la ayuda, no se descarta que se realice una convocatoria a reinscribirse en los programas alimentarios a los efectos de tener un panorama bien clara de la asistencia necesaria. Sería como la obtención del diagnóstico para posteriormente dar paso al tratamiento que es garantizar una buena alimentación, especialmente de los menores. “Queremos actualizar los datos para renovar la asistencia de las familias que lo soliciten”, añadieron. “Hay pibes con hambre”, sostuvo una fuente vinculada a la cartera municipal en cuestión.  

Recursos

Pero lo que mas preocupa a los funcionarios municipales es que en términos de presupuesto hay una sábana corta que no alcanza para cubrir las necesidades. “El municipio tiene recursos limitados”, señalaron fuentes comunales. La incertidumbre se posa en que no está garantizada la continuidad de un programa creado en tiempos de pandemia, denominado Argentina contra el Hambre. “Esos fondos aun no los percibimos y no tenemos conocimiento si lo vamos a recibir”, trascendió. Esto significaría que el sostenimiento de la asistencia debería pensarse con recursos municipales y alguna ayuda que se pueda recibir del gobierno provincial. Esto marca que la capacidad de la comuna para asistir a los necesitados se verá acotada. A la vez se están registrando inconvenientes con licitaciones, atento a las variaciones de precios. Hace pocas semanas en el Concejo Deliberante debió aprobarse de urgencia una compra de lácteos donde solo se había presentado un oferente. Pero no son pocos los casos en los cuales esas licitaciones o concursos de precios, terminan desiertos. “Necesitamos definir una estrategia, no podemos hacer que en los comedores le den de comer a las personas todos los días fideos con tuco”, agregó una fuente comunal.

En esa línea de planificación se erige la posibilidad de crear en el corto plazo, una mesa interdisciplinaria en la que puedan sentarse el municipio, referentes sociales, iglesias y hasta nutricionistas, a los efectos de poner en marcha un programa de asistencia eficiente ante la crisis social que se va agudizando por estos tiempos.

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